¡La verdadera
cara de Gómez Palacio!
Basura, descuido
y más basura
Miguel Ayax
González HubbardPeriódico 4º. Poder
Surgen como enormes icebergs, negros, tenebrosos, donde pocos los esperan y son un peligro para todos.
No
son un riesgo para ningún barco, sino para la salud de los vecinos y
transeúntes y, definitivamente no pueden usarse para invitar a que nuevos
inversionistas vengan a Gómez Palacio.
Son
los “contenedores” que nada contienen y que sí se desbordan; están -como los de
las gráficas- en pleno bulevar Miguel Alemán la más transitada e importante
arteria que une a esta ciudad con Lerdo y Torreón o la avenida Victoria, eje
que lleva al centro de la ciudad.
Y
no es sólo la basura acumulada, faltan rayas en los carriles para delimitarlos,
señalética y barrido.
Lo
que sobran son agentes de vialidad a la caza de conductores infractores a los
que multan o “de perdis” piden mordida.
Y
como diría el gringo: “When I say that the donkey is brown it is because I have
hair on my hand” y que es lo mismo que “cuando digo que la burra es parda es
porque tengo los pelos en la mano”.
Podrá
decirse que la recolección de basura está concesionada pero, al final, es
responsabilidad de las autoridades si exige o no un buen servicio.
He
dicho que el bulevar Miguel Alemán, unión entre las ciudades de Torreón, Gómez
Palacio y Lerdo, está descuidado, lleno de basura, en fin, desatendido y para
muestra esta gráfica.