Promiscua
Periódico 4º- Poder (Facebook)
Cierto es que la alcaldesa de Lerdo ha sido (y
sigue siendo) muy criticada por su actuación al frente de la administración
municipal.
Cierto que ella misma ha dado motivos para ganarse
el repudio de sus conciudadanos que se ven carentes de obra pública mientras la
riqueza personal de la presidente crece muy explicablemente.
También es cierto que los miembros de “su” cabildo
le han impedido llevar al cabo los interesados deseos de concesionar el
alumbrado público por 12 años en que se tendrían que pagar millonarias e
injustificadas cantidades a una empresa foránea.
También es verdad que el partido que la postuló la
considera una traidora y tiene en mente su expulsión, cosa que a la munícipe tiene
sin cuidado pues ayuda y patrocina a Movimiento Ciudadano donde su hijo va como
regidor impuesto “a la brava” y a otros partidos.
En las redes ha recibido insultos de todo tipo; la
han comparado con Fiona, la de la caricatura; le han dicho “dinosáurica”, han
publicado que es más vieja que Chabelo y la han acusado de todos los males del
mundo.
Sin embargo, llamarla promiscua, como lo comentan
en las redes en una publicación de “Goyita M PF” o es un gravísimo error quien
hace el comentario o sabe lo que muchos ignoramos.
La promiscuidad, en una de sus acepciones es una
cosa mezclada de forma confusa o indiferente.
También se dice que “a la hora de dejar patente el
origen etimológico de la palabra promiscuidad podemos establecer, de manera
clara, que aquel se encuentra en el latín.
En concreto, emana del vocablo promiscuus, que
puede traducirse como “revuelto” y que está compuesto por dos partes
diferenciadas: el prefijo pro-, que es equivalente a “hacia delante”, y el
verbo miscere, que es sinónimo de “mezclar”.
Sin embargo, su más conocida connotación es como
relación sexual poco estable con y distintas personas. Y es allí donde quien
hace el comentario no sabe lo que escribe y desconoce el significado de la
palabra o es tanta la animadversión, incluso odio, que da pie para hacer
afirmación tan grave.
María Luisa es esposa, madre, tía consentidora y
protectora de sus amigos; quizás haya hecho un papel reprobable al anteponer
sus intereses a los de la ciudadanía, quizás tengan razón los que la acusan de
desvíos y riqueza mal habida pero de eso a ser promiscua, hay mucho trecho.