Así, esas empresas dejaron de
electrificar al campo, a los ejidos, a las villas, a los pueblos y ciudades
pequeñas, como Matamoros, Coahuila, donde prestaban el servicio eléctrico
domiciliario solo en determinadas horas del día, y alumbrado público solo había
un foquito en medio de los cruceros de las calles; hasta antes de mediados de
los 50’s.
Esas empresas no tuvieron en cuenta entre otras
muchas situaciones la ley de Malthus, que dice: “que mientras que la población
humana crece según una progresión geométrica, la capacidad de aprovechar los
recursos del planeta crece al ritmo de una progresión aritmética, mucho más
lentamente”; pues la población de México aumentaba considerablemente
requiriendo del necesario flujo eléctrico; que solo llevaban a las grandes
ciudades del país; cuyo comercio, economía, industria y servicios, necesitaban
más capacidad eléctrica; lo que detenía el progreso y desarrollo de México.
Ese es el cuadro histórico en el que el
Presidente Adolfo López Mateos, el 27 de septiembre de 1960, nacionalizó la
industria eléctrica; la que solo sería operada por la Compañía de Luz y Fuerza
del Centro, para el Valle de México, y algunos estados aledaños; y la Comisión
Federal de Electricidad CFE, para el resto del país; las que vinieron a
impulsar la economía del país en todas las actividades.
Pero los gobiernos de Vicente Fox,
Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, adrede dejaron caer a la CFE, y al
segundo de ellos hasta desapareció la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, para
pretender justificar una reforma energética con la que permitieron que empresas
extranjeras generaran, distribuyeran y comercializaran la energía eléctrica en
México; lo que desde luego hicieron pero que al igual que las de antes de la
CFE, antepusieron sus intereses particulares a los de la nación.
Una de esas empresas que se
beneficiaron con esa reforma regresiva fue la española Iberdrola; la que en
pago a las concesiones le dio a Felipe Calderón e integrantes de su familia
altos puestos con elevados sueldos en España, en donde vive.
Los anteriores gobiernos al actual
propiciaron que la CFE, no tuviera la capacidad necesaria para la generación de
energía eléctrica requerida en México; por lo que la parte que le falta para el
total abastecimiento, se la compra entre otras empresas, a Iberdrola.
El Gobierno de México, el 4 de abril,
compró a Iberdrola 13 de las 27 empresas que producen electricidad en México,
en la cantidad de alrededor de 6 mil millones de dólares; siendo una de ellas
Iberdrola Laguna, que genera alrededor del 50% de la electricidad que se
consume en la región; la otra mitad la genera la Termoeléctrica Guadalupe
Victoria, de ciudad (Villa) Juárez, municipio de Lerdo, Durango; considerada
como una de las mejores en el país.
Esta es una buena noticia para los
laguneros en particular porque tendrán la energía eléctrica necesaria para
seguir impulsando el desarrollo y el crecimiento de la Laguna; y para todos los
mexicanos en lo general porque es un beneficio para todo México, porque esta
compra de la privatización equivale a una segunda nacionalización eléctrica,
como atinadamente afirma el Presidente Andrés Manuel López Obrador.