Ulises Mejía
Domínguez
Periódico 4º. Poder
· Lo conocí hace ya muchos años cuando fue Recaudador de Rentas en
Torreón.
Desempeñó su cargo durante la administración del gobernador Óscar Flores
Tapia y debe haberlo ejercido con sobriedad y honradez porque a diferencia de
otros funcionarios nunca fue señalado por ilícitos e irregularidades.
En su tiempo, tiempo del todopoderoso tricolor, él como el antrañable
Francisco José Madero, quien fuera alcalde de la entonces “Perla de La Laguna”,
no estaban allí por decisión del gobernador, sino a pesar de sus deseos.
Recuerdo que desde el inicio de su gobierno Flores Tapia quería de
alcalde al licenciado Homero del Bosque Villarreal pero “por designios
superiores” no pudo posicionarlo hasta el segundo trienio de su gobierno.
Ulises Mejía Domínguez también trabajó a contrapelo de los deseos del
gobierno local y como cuña el ejecutivo del Estado colocó como Oficial Mayor en
la recaudación al profesor Fernando Casas Gómez quien -al parecer- supo
conciliar a su jefe jerárquico y a quien lo había colocado en el cargo como
censor, vigilante, delator o como quiera llamársele.
Mejía Domínguez es padre orgulloso de Ricardo Mejía Verdeja, subsecretario
de Seguridad del gobierno de López Obrador y le publica logros y alcances no
sólo por su desempeño y participación en la cruzada contra la inseguridad y me
doy cuenta porque hace meses me hizo una solicitud de amistad en el “feis”,
quizás interesado en ver qué decíamos de Ricardo en 4o. Poder.
Ricardo, como ya sabemos, es una de las propuestas del presidente de la
república para contender por la gubernatura de Coahuila y -viera usted cómo le
han crecido los amigos al ex recaudador-todo mundo lo recuerda, todo mundo lo
estima; lo felicitan por su santo, cumpleaños y hasta por subir a las redes las
actividades de su vástago.
Sin duda merece los parabienes expresados porque -repito- ejerció su
cargo con responsabilidad, además de otras participaciones como fundador del
Cluster de Innovación, Deporte, Turismo y Cultura (CIDTyC) en Coahuila y
Durango; fue alumno de la primera generación de la Escuela de Comercio y
Administración y de 1972 a 1975, oficial mayor de esa casa de estudios que ha
sido un semillero de profesionales laguneros.
Del semi retiro, lo jalan otra vez a la luz pública sus amigos, muchos
porque lo son y muchos porque desde ahora pretenden ser notados por Ricardo… no
vaya a ser que llegue y dé fin al gobierno priista cada vez más desprestigiado.