Coahuila ¿morena?
Periódico 4º. Poder
El año que viene habrá
electoralmente pruebas de fuego para el PRI y para Morena con las elecciones en
Coahuila y el Estado de México.
Los gobiernos actuales
de ambas entidades las conservó hace seis años el Revolucionario Institucional
con las argucias aprendidas durante décadas y claro, amparadas por la
administración de Peña Nieto, la más corrupta en la historia de la nación.
Riquelme y Del Mazo
tendrán frente a si una tarea descomunal, casi imposible para convencer a un
electorados “fifí” que sabe de la enorme
y descomunal deuda dejada por los Moreira y los “chairos” que reciben por
primera vez en la vida un apoyo permanente y constitucional como la pensión de
los 65 y más.
El riesgo del
presidente y la 4T es que no tengan un candidato que reciba el beneplácito
ciudadano y su voto.
Las “corcholatas” que
para este Estado norteño se barajan son las de Ricardo Mejía Verdeja, todavía
en el “purgatorio” gubernamental quien ha andado más caminos partidistas que el
personaje de la canción “Ni soy de aquí ni soy de allá” de Facundo Cabral;
Armando Guadiana Tijerina el burdo millonario vende-carbón que no sabe -ni por respeto- quitarse el
sombrero en la Cámara de Senadores y Luis Fernando Salazar, otro converso que
ni con grúa arrastra nada.
El tricolor en el peor
momento de su historia, con un presidente corrupto, multimillonario y soez,
traicionero y mentiroso a lo único que apuesta en la tierra de Madero y
Carranza es que el candidato de Morena sea -poco más, poco menos- como Marina
Vitela perdedora en la elección de Durango… y un milagro.