No todo se puede
Periódico 4º. Poder
Olvídese usted de pretender “pegarle al gordo” o sacarse el Melate; también que el vecino calle al perro fastidioso, le baje al volumen de su radio o deje de echar en nuestra banqueta su basura; querer que el Wifi trabaje con rapidez y que sean efectivos los megas que ofrecen Telmex, Megacable y todas las empresas dedicadas más a cobrar que a dar un buen servicio; imposible saber y por eso seguimos expuestos, si vuelve el covid-19 o nos llega la viruela del mono que, por cierto, no es este primate el único medio de contagio; tampoco está en nuestras manos mejorar las cosas en la CFE para que deje de estarnos recetando mini-cortes de energía eléctrica que descontrolan los aparatos y que con cada arranque nos aumenta el consumo; muchas son las cosas frustrantes que tenemos en la vida… pero no somos los únicos.
Joe Biden es el presidente de Estados
Unidos, hasta ahora la nación más poderosa militar y económicamente,
influyente, dominante y con todo y eso, no puede limitar el uso de las
pavorosas armas que matan todos los días a miles de personas.
¡Basta, basta, ya basta!, lo dijo
ayer pero otra vez -al parecer- será sólo el discurso pues mientras los
legisladores republicanos sigan recibiendo millones de dólares de la industria
armamentista no habra ningún cambio en la ley que las limite o cuando menos las
controle.
Las armas las usan los sicarios,
atracadores, extorsionadores, guerrilleros, policías, marinos y soldados y, en
Estados Unidos, los estudiantes para matar a otros estudiantes jóvenes o niños
como en Uvalde, en Texas, también por desequilibrados que asesinan a feligreses
o compradores en supermercados y ahora, como acaba de ocurrir, hasta en un
cementerio de Wisconsin… unas horas después de la masacre de Tulsa en Oklahoma.
Así pues, no hay que frustrarnos si a ninguno de los números del Melate
le atinamos, si no podemos tener políticos y gobernantes honrados porque ni
Biden con todo su poder puede hacer su voluntad… cada quien tiene su cebollita
pa’llorar.