Rebelión
en la Granja
Periódico
4º Poder·
Este título de la novela de George Orwell puede aplicarse a lo que le ocurre (y le seguirá ocurriendo) a Morena en el Estado de Durango.
Sin ser despectivos y usando sólo el nombre y no la trama de la novela y mucho menos hacer similitud de sus personajes con personas locales, podemos vaticinar que así como el diputado Pablo César Aguilar Palacios, otros, muchos otros militantes de Morena se negarán a hacer labor por los candidatos escogidos e impuestos por la cúpula y directiva de ese movimiento.
La razón es que fueron relegados; les impusieron candidatos que no responden a las necesidades de la entidad y así es como Marina Vitela, candidata al gobierno del Estado no pudo hacer un papel siquiera decoroso en el municipio de Gómez Palacio, peor todavía metiendo para este mismo municipio a una mujer de aquí desarraigada, vecina de Durango, registrada en la capital estatal y a última hora del último día; es decir, a espaldas del pueblo.
El legislador hace público su respaldo al candidato de la Alianza va por Durango Esteban Villegas Villarreal y no será nada raro que los simpatizantes de Enrique Omar Castañeda González, diputado federal quien llegó a la curul con un alto grado de aprobación y que ya declaró no apoyar a la escurridiza candidata a la presidencia municipal, les reste votos.
El senador José Ramón Enríquez Herrera, el mismo que ganó en las encuestas de Morena para escoger candidato y fue hecho a un lado por la dirigencia de Mario Delgado, todavía, hace unos días decía tener confianza en el Tribunal Federal Electoral por el litigio en que espera se le dé el triunfo y sea él el candidato a la gubernatura.
De 4o. Poder le preguntamos si en caso de perder en la última instancia Morena perdería dos senadores (él y Susana Harp), dijo que esperaría la resolución definitiva y que con las pruebas y argumentos que ha presentado, confiaba en su triunfo.
Sin embargo, ya vimos que el Tribunal Federal Electoral desestimó todos los argumentos del equipo de la senadora de Oaxaca y no será nada raro que a Enríquez Herrera le suceda lo mismo.
Ello acrecentará la inconformidad de quienes se sienten agraviados y lógicamente tampoco trabajarán para un partido que aunque dice no hacerlo, sí roba, sí miente y sí traiciona al pueblo… porque si lo hace con sus militantes ¿qué no nos hará a los demás?