Desbarajuste
Miguel Ayax González Hubbard
Periódico 4º. Poder
En las finanzas… desvíos y
desorden; en los servicios… deficiencias y descuidos; para el pueblo… falta de
atención y solidaridad; en el trabajo… despidos injustificados y renuencia a
cumplir los compromisos; con los proveedores… falta de cumplimiento y negación
para eludir los pagos; los recursos económicos para provecho propio y los
allegados; pleito y discordia con los otros órdenes de gobierno; la vigilancia
de la ciudad… nula; los cuerpos de seguridad… sólo para exaccionar conductores,
paseantes, propios y extraños, no para proteger y servir; las contribuciones de
los ciudadanos en la opacidad y el dispendio.
Así ha sido la administración
morenista en Gómez Palacio.
Sobreejercicios en los departamentos
municipales que gastaron por encima de los presupuestos aun con todo y
pandemia.
Marina Vitela es la que mal ha
conducido al ayuntamiento del municipio y así y pese a todo, quiere ser la
gobernadora de Durango.
Está en esa posición no por su
capacidad ni esfuerzo; está por componendas cupulares en Morena, propuesta por
intereses inconfesables, designada contra la voluntad de la mayoría de los
militantes que creyeron, ilusos, que el no mentir, no robar y no traicionar al
pueblo que dice López Obrador era norma y requisito para los funcionarios
públicos.
Acusada y sorprendida en su
nepotismo, justificó que sus familiares en la nómina eran unos cuantos.
Traicionó a Gómez Palacio siendo
regidora al beneficiar a Lerdo y no a su municipio con la venta de agua tratada
a la CFE; al PRI su partido de origen, a los trabajadores que sin justificación
echó a la calle y que ahora son reinstalados, traicionó a su regidor y amigo el
actual diputado federal Omar Castañeda por desencuentros que pese al deseo de ser
escondidos, salieron a la luz pública.
Esa es Marina Vitela… ésa la que pretende dirigir los destinos de los
duranguenses.
Allá los electores que por
apoyar las políticas y medidas del presidente, se echan a cuestas un lastre de
este tamaño.