TerrorismoVial
Periódico
4º. Poder
-A ver, sóplele.
-Enséñeme sus
papeles… licencia, tarjeta de circulación.
¿Trae placas?
Y esos son los
pretextos principales que usan aquí, en La Laguna, los agentes de tránsito
urgidos por sus jefes y las alcaldías a ingresar dinero a las arcas
municipales.
Todos esos que
debieran ser servidores públicos, actúan no sólo con firmeza a veces necesaria
con los que son o pretender ser influyentes, sino con prepotencia y altanería.
Y así como detienen
a los conductores excusando cualquier cosa, si no logran “sus objetivos” (multa
o mordida), inventan: “váyase pues porque tenemos una emergencia”.
También -nos dicen
afectados- resulta muy raro que al parecer los alcoholímetros pitan o marcan
violación o falta de ella según conviene a los inspectores.
De cualquier forma los retenes meten
miedo a quien tiene que cruzarlos hayan o no ingerido bebidas embriagantes.