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Enseñando el cobre

Miguel Ayax González Hubbard

Periódico 4º. Poder· 

Mucho se quejó el presidente López Obrador cuando Joaquín López Dóriga dio a conocer falsamente el primer muerto por covid-19.
Recientemente en “la mañanera” Delfina Gómez Álvarez, secretaria de Educación precisó el número de escuelas vandalizadas a lo largo y ancho del territorio nacional, motivo exacerbado de los medios y organizaciones para oponerse a las clases presenciales
Día tras día el presidente se defiende de imprecisiones, verdades a medias y mentiras de los medios de comunicación porque -dice- dejó de darles millonarias cantidades que a “El Universal”, “Reforma” y muchos otros los mantenían “callados como momias” y sumisos a los gobiernos anteriores.
   También critica a los columnistas, analistas, expertos y sobre todo a las organizaciones no gubernamentales porque se oponen a todo, mienten y -según dijo el viernes pasado- inventan las muertes de niños.
      Estamos en “época de zopilotes” y fustiga a quienes se oponen al regreso a las aulas, inventan niños muertos y exageran las informaciones que tratan de obstaculizar a la 4T.

En Durango el gobernador, pese a ser panista y de la Alianza Federalista, participa en todas y cada una de las reuniones convocadas por la Secretaría de Gobernación, en las periódicas juntas de seguridad y recibe al presidente con atención y agradecimiento que no sólo siente, sino que le manifiesta.
Por el contrario, las autoridades municipales de Gómez Palacio encabezadas por Alma Marina Vitela, supuestamente morenista pero perteneciente y sumisa a otro grupo político, no sólo practica y ejerce con gran fuerza y cinismo el nepotismo, sino que además inventa niños enfermos de covid y hasta uno fallecido.
   Por ello el secretario de Salud en Durango, doctor Sergio González Romero tuvo que desmentir al ayuntamiento que dio a conocer que “se habían registrado 5 niños internados por covid, 2 de ellos intubados, UNO FALLECIDO, así como un total de 300 contagiados de 0 a 10 años y 700 más en un rango de edad de 11 a 17 años”.
    Salud estatal rechazó esas cifras pero si el rechazo es importante e imprescindible, se ve, se trasluce, se pone de manifiesto una vez más que los “zopilotes” también los tiene el régimen dentro de su partido