Cuesta
trabajo conformar un equipo de trabajo
Todos sabemos el reto que implica armar un buen equipo de trabajo. Los
aspirantes deberán ser "aptos, capaces, honestos y responsables" y,
además, deberán demostrar "amor a Torreón y respeto por sus
habitantes".
El presidente electo, Román Alberto Cepeda, “no ha dicho esta
boca es mía” en lo que se refiere a los integrantes de su equipo de trabajo,
aunque en los medios ya se manejan, varias listas, algunos nombres y sobre todo
las características que busca en sus nuevos colaboradores.
Lo que parece ser
una primera selección de Román, al margen de que sean ciertos estos rumores que
en los “mentideros políticos” se maneja, destacan los nombres en su mayoría de
puros cartuchos quemados.
Son válidas las preocupaciones del presidente electo, Román Alberto,
para buscar, antes que a los amigos, a funcionarios que sumen capacidad
profesional, talento político, vocación de servicio público, honestidad y
aptitud para trabajar armónicamente en equipo, sin contradicciones ni esfuerzos
dispersos.
No hemos visto en el alcalde electo que haya ido a buscar a esos head
hunter que hizo famosos Vicente Fox; puesto que Román Alberto conoce
perfectamente cada materia de gobierno, es lógico pensar que ha hecho ya un
diagnóstico preciso de cada dirección para trazar la tarea por acometer y las
metas por alcanzar.
Es decir, teniendo el perfil del puesto primero, habrá de escoger al
funcionario, tal parece que así lo está haciendo. Hay que dejar de perder
terreno en el ámbito económico porque es necesario detonar la economía en el
municipio para salir adelante de esta crisis que aqueja a todo México.
No es competir por competir, sino lograr el equipo ideal, el que
fortalezca el desarrollo social y presente estrategias para atender los grandes
problemas de la ciudadanía en materia de empleo, de seguridad, de educación, de
salud...
Ahora bien, todas las áreas del municipio deben estar vedadas para los
corruptos, aunque algunos ya se colaron (vía regidurías) y otros piensan
hacerlo. Aunque este largo periodo de transición está dando paso a todo tipo de
especulaciones y obviamente acompañado por una inevitable guerra de nervios. Ni
serán todos los que están, ni estarán todos los que son.
La experiencia de las transiciones anteriores documenta que varios se
quedaron en el camino, o que no todos se sentaron en la silla que ambicionaban.
La estrategia recomendable es avanzar en los acuerdos menos espinosos y
acometer las conciliaciones mayores, con tiempo y cuidadoso quehacer de
negociaciones.
Para quien, como Román Alberto Cepeda, ha tenido experiencia reconocida
en el funcionamiento del gobierno, la operación puede resultarle familiar.
Porque una de sus batallas centrales está en el rescate de Torreón, el
nombramiento de la gente que acompañará a Román en los próximos tres años será
clave. Escoger al equipo adecuado será la primera decisión por la que se juzgue
su estancia en la presidencia de Torreón.