Lo que el viento
a Juárez
Miguel Ayax
González HubbardPeriódico 4º. Poder
Explicó las
anécdotas que dieron origen a este dicho y agregó que su gobierno es inmune a
los ataques de los conservadores que lo atacan todos los días porque el pueblo
ya no se deja engañar por los medios de comunicación.
Además que el
pueblo es achispado; que está bien informado, que ya no se deja llevar y que
por eso es diferente, muy diferente la opinión pública a la opinión publicada;
es decir, la de los medios y columnistas principalmente.
Reconoce que en los
últimos tiempos ha sido el presidente mexicano más atacado y que ello no
sucedía desde Francisco I Madero, el Mártir de la Democracia quien sufrió de
los medios conservadores una crítica feroz que acabó costándole la vida, cuando
fue asesinado junto a su vicepresidente José María Pino Suárez.
En aquella época,
afirma, no había redes sociales ni defensa ante los periódicos que fueron
desprestigiándolo.
Ahora -lo digo yo-
también algunos medios intentan lo mismo, incluidos radio y televisión pero
para buena suerte del presidente, puede contestar en las redes sociales y en su
“mañanera” que es vista por millones de personas, unos por simpatía y otros
para ver qué pueden censurarle.
Entonces, los
“conservadores” no le preocupan, le hacen lo que el viento a Juárez pero una
cosa es cierta: López Obrador pierde popularidad y simpatía principalmente
entre la población de clase media.
¿Por qué?
Porque entre los
funcionarios que Morena -su partido- ha escogido como gobernadores y alcaldes,
muchos le han fallado a él y al pueblo.
Jaime Bonilla,
gobernador de Baja California trató de reelegirse hasta que lo frenó la Suprema
Corte de Justicia de la Nación; el gobernador de Veracruz ha ido de yerro en
yerro en su actuación y el de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, ex futbolista
destacado como gobernador simplemente... no llena los “tacos”.
Aquí en nuestra
región la alcaldesa Marina Vitela y su síndico Omar Castañeda han sido acusados
reiteradas veces de nepotismo, ineficiencia y traicionar a personas y
proyectos.
Vale recordar lo
que dice el presidente al respecto cuando hizo un llamado a los miembros de su
familia y a los funcionarios públicos “a no permitir, bajo ninguna
circunstancia, la corrupción, el influyentismo, el amiguismo y el NEPOTISMO;
ninguna de esas lacras de la política del antiguo régimen”.
En una carta, el
mandatario señaló que “todos estamos obligados a honrar nuestra palabra y
cumplir el compromiso de no mentir, no robar y no traicionar la confianza de
los mexicanos”.
Aquí parece que lo
que muchos consideran más que disposiciones, recomendaciones y normas como verdaderos
dogmas, simple y sencillamente no son atendidos por otros intereses como el
enriquecimiento fácil y rápido y socavar, minar, debilitar un movimiento en el
que nunca creyeron y adoptaron por conveniencia política.
El que las
autoridades desconozcan cínicamente sus compromisos con proveedores a los que
no paga y desconozca también los aumentos que por ley tiene que dar a los
empleados municipales sindicalizados, los que menos ganan en el organigrama
establecido con el pretexto de que los ex secretarios generales del organismo
ganan en demasía porque por componendas así lo autorizaron administraciones
pasadas, no es razón para que el castigo sea generalizado.
En estos casos, la
administración ROBA porque incumple compromisos, MIENTE porque con cualquier
motivo protege a unos y lastima a otros y TRAICIONA AL PUEBLO porque simple y
sencillamente, no le cumple ni protege como sí lo hace con sus privilegiados.
Por eso otra vez
los sindicalizados vuelven a manifestarse en la presidencia municipal y a
bloquear vialidades y claro, a recibir la misma falta de atención y respeto.
Por ese camino el
Movimiento de Regeneración Nacional está empedrando el camino para perder la
necesaria mayoría en el Congreso federal y en las gubernaturas quizás se
encuentre con resultados que no esperan como no esperaban lo que pasó en
Hidalgo y Coahuila en los pasados comicios.