A confirmar nuestra grandeza
Marcelo
Torres Cofiño
Los contagios y defunciones ocasionados por el Covid-19 continúan aumentando de manera acelerada en Coahuila y en el resto del país. Hoy, prácticamente no hay nadie que no conozca a algún familiar o conocido que enfermó o, incluso, falleció debido a la pandemia.
Por
otro lado, tenemos el problema económico. No podemos darnos el lujo de seguir
viendo cómo cierran negocios y más personas se quedan sin empleo. La
recuperación comenzó. Va, gracias al compromiso del empresariado mexicano,
ligeramente más rápido de lo esperado; lo que no significa que se podría
sostener en caso de requerir cierres similares a los que se presentaron en
marzo o abril.
Por
eso, para estar ante la posibilidad de ver crecer nuestra economía en Coahuila,
a pesar de la pandemia y a pesar, también, del trato injusto e inequitativo que
nos da el Gobierno federal, necesitamos comprometernos todos a cuidarnos sin
dejar de lado nuestros quehaceres cotidianos.
Necesitamos,
sí, hacer sacrificios importantes. Pero, sabedores de que son por nuestro
propio bien.
Las
actividades destinadas a sostener la economía de nuestros hogares deben
continuar en el entendido de que hay que cumplir con los protocolos de sana
distancia de manera rigurosa, sin concesiones.
Todo
mundo en las empresas y los negocios debe permanecer con el cubrebocas
debidamente colocado, lavándose bien las manos en repetidas ocasiones durante
la jornada laboral y aplicándose gel antibacterial.
Aquellas
actividades que pueden realizarse desde el hogar deben ser trasladadas por las
empresas a las casas de quienes las realizan. Como se ha podido comprobar, la
productividad de quienes están haciendo su trabajo desde sus equipos de
computación en casa no ha disminuido, todo lo contrario, en muchos casos ha
aumentado; además, significando ahorros en los costos para ambas partes (el
trabajador y la empresa).
Más
allá de lo laboral, en lo que refiere al esparcimiento y la vida social, es en
donde más se necesitan respetar las medidas de distanciamiento social. Está
comprobado que el mayor número de contagios ocurre en reuniones en las que se
relajan los cuidados y el contacto físico se da con mayor intensidad. Se
entiende que la gente que se estima se aproxime entre sí como muestra de confianza
y afecto. Pero así se está propagando la enfermedad.
Por
eso, para aquellos que no pueden estar sin tener vida social –que, además, es
necesaria para la salud mental– lo recomendable es que reduzcan el tamaño de
los grupos que se reúnen; que lo hagan en espacios abiertos y conservando las
distancias, así como el uso del cubrebocas. Y de preferencia, que procuren ser
siempre los mismos, para que puedan ayudar a controlarse entre todos.
Las
crisis son siempre una gran oportunidad para crecer y desplegar nuestro
potencial. En Coahuila somos gente de empuje y esfuerzo. No hemos logrado
nuestro desarrollo de la nada. Surgió como producto de nuestra dedicación y
compromiso.
Enfrentemos
así, unidos, lo que queda de la pandemia de Covid-19 y sus múltiples consecuencias.
Va para largo. Pero los problemas son siempre del tamaño de nuestra
incompetencia. Estoy convencido de que, con el paso del tiempo quedará
confirmada, una vez más, nuestra grandeza.