Marcelo Ebrard
Periódico 4º. Poder
Salvo cuestiones imprevistas y aunque todavía es
temprano para decirlo, Marcelo Ebrard Casaubón sigue siendo el favorito de la
4T para suceder a Andrés Manuel López Obrador en la presidencia de la
república.
El supercanciller, ajonjolí de todos los moles
políticos pues lo mismo trata con los gobiernos chino y estadounidense que
participa en cuestiones de migrantes, salud y hasta policíacas como cuando
estuvo en Sonora con motivo del artero crimen de las señoras y sus hijos
de la familia LeBarón, lleva mano.
Y no es gratuito el afecto que el presidente tiene
por su amigo y colaborador; le reconoce iguales intenciones, estrategias y
políticas pero además, cosa muy importante, su lealtad de años.
Además, la entrada de México al consejo general de
la ONU se ha publicitado como un enorme logro político pese a que el encargo es
temporal y no es la primera vez que ocurre.
No importa que medios y columnistas estén tratando de
amarrar navajas entre el secretario de Relaciones Exteriores y el ahora popular
subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell Ramírez quien lleva la narrativa de
la contingencia provocada por el Coronavirus y que en las últimas semanas ha
logrado la simpatía y el apoyo de quienes lo ven y oyen... y sus interesados
detractores.
Hay muchos buenos funcionarios en el gobierno
federal; ahora todos demuestran sus capacidades y no se esconden como hacían
los de antes que no rendían cuentas y cuando aceptaban entrevistas lo hacían
como concediendo gracia a los entrevistadores y al público.
Si Marcelo Ebrard sigue como va (y cuida su salud)
será quien gobierne el próximo sexenio.