Telmex
Periódico 4º Poder
Las interminables filas de personas afuera de los
bancos tratando de pagar, cobrar a tratar cualquier asunto, no es privativo de
las instituciones bancarias.
En TelMex de Gómez Palacio, Durango, la empresota
de Carlos Slim que debiera ser ejemplo de eficiencia y seriedad, también
provoca “colas” inacabables, simple y sencillamente porque sus oficinas están
cerradas.
Los usuarios, clientes pues, pasan las de Caín no
para cobrar, sino hasta para pagar a esa empresa que desprecia las necesidades
del pueblo.
Va de cuento... el último mes no llegó el recibo de
cobro; quizás por la poda de empleados, quizás por la contingencia o quizás
para cortar el servicio y luego cobrar las reconexiones.
Fue imposible tratar de pagar -como se ofrece-
en Telmex.com; fue
imposible establecer un “chat” o una llamada telefónica con cualquier
funcionario que pudiera hacer el cobro o cuando menos orientar de cómo hacerlo.
Varias visitas al único cajero que hay en esta
ciudad de miles y miles de ciudadanos y siempre las filas interminables.
Pues al mal paso darle prisa; el pasado viernes muy
temprano fuimos al cajero; allí nos encontramos que el lugar estaba cerrado y
que lo abrían hasta las siete de la mañana.
Esperamos, llegaron las siete y las siete cinco y
pasadas las siete y diez llegó un pachorrudo empleado a abrir la puerta.
TelMex, empresa de las más ricas del orbe,
propiedad del mexicano más rico del país y algunas veces del mundo, no puede
tener un reloj checador para que sus mal pagados empleados lleguen a tiempo.
Así la negligencia, así el desprecio para la gente
que encumbra y enriquece a este tipo de negocios sinvergüenzas.
Dicen que hablando se entiende la gente pero -se
ve- no a través de Teléfonos ¿de México?