Promesas de candidatos
Miguel Ayax González Hubbard
Periódico
4º. Poder
Anda en las redes un video de Japón
donde el que narra, lo hace en principio en una amplia calle bien iluminada y
pavimentada diciendo que camina por allí a las dos de la mañana sin peligro y
usando su teléfono, cosa que acá, en cualquier ciudad de nuestro país sería
arriesgado y peligroso.
Desde luego no estamos en Japón donde
hay educación, solidaridad social y respeto por lo ajeno.
Todo ello viene a cuento en esta
etapa electoral en La Laguna de Durango, porque los candidatos hacen mil
promesas, cumplen pocas y tienen acciones, por no decir negocios de los cuáles
jamás hablaron
El presidente de la república nunca
habló de la construcción del Tren Maya, como en Gómez Palacio nunca se dijo que
se iba a reprivatizar el servicio de limpieza, dolor de cabeza cuando la
privatizó, por primera vez la administración de Octaviano Rendón Arce y que
luego, en el trienio de Rocío Rebollo, la medida fue echada para atrás con
costo a los gomezpalatinos.
En Lerdo, los intentos de la
alcaldesa María Luisa González Achem de concesionar el alumbrado público no
prosperaron por la oposición en el cabildo, incluso del síndico y regidores
priistas cansados de las arbitrariedades, imposiciones y desatinos de la
alcaldesa.
Así pues, las autoridades y
candidatos tendrían el reconocimiento si pudieran tener una población con
seguridad; una ciudad y poblados con una efectiva y regular recolección de
basura; con mantener callados a los ruidosos taxistas que saturan el centro de
las ciudades y bajar el volumen de los aparatos de sonido que ensordecen afuera
de las zapaterías, de Telcel, de la agencia de Ford, etcétera, etcétera.
El que en un fin de semana sean
detenidos más de cien conductores ebrios (que dan muy buen dinero a la
Tesorería Municipal) pero de poco sirve para evitar accidentes e inhibir el
consumo alcohólico, lo que debiera hacerse con cada borracho manejando sería
secuestrarle el vehículo por, digamos, tres meses.
Así sí habría castigo porque ¿en que
se lleva a los niños a la escuela? ¿en qué se van a hacer las compras o al
trabajo o a visitar a los abuelos?
¿Por qué no se arreglan (con costo a
los dueños de las propiedades) las banquetas que están en deplorables
condiciones?
Si las autoridades tienen ánimo y
recursos para promover el deporte, las artes y la cultura, qué más que mejor;
si son gestores para la consecusión de nuevas empresas, excelente; si se hacen
programas de reforestación y de cuidado al medio ambiente... bueno, pareciera
estar soñando.
Sin duda otra vez habrá promesas
burdas y absurdas; otra vez nos estarán escondiendo turbios intereses y, para
nuestra mala suerte, otra vez volveremos a estar desilusionados de quienes -a
la buena o a la mala- nos gobiernan