“La
dictadura sanitaria en México”
Fernando Rangel de León
Tenía que pasar este Coronavirus
para que algunos supiéramos la importancia y la trascendencia de la obra del
Doctor y General José María Rodríguez y Rodríguez, en cuyo honor la Secundaria
Federal número 1, en la colonia Ampliación Los Ángeles, lleva su nombre.
En un reportaje de Iván Hernández,
el 3 de mayo, en El Siglo de Torreón, Carlos Castañón Cuadros, director del
Archivo Municipal, proporciona datos ad hoc (apropiados, adecuados), para estos
días, que nos sirven para entender mejor el por qué de las medidas restrictivas de derechos
humanos, para evitar el Coronavirus.
Además del cargo de Presidente
Municipal de Torreón en 1913, y otros muchos, José María Rodríguez y Rodríguez,
fue de los que hicieron la Constitución de 1917, a cuyo artículo 73 fracción XVI
adicionó las súper facultades del Presidente de la República, en materia de
epidemias y se creó el Consejo de Salubridad General, dependiente directamente
de él.
Esas facultades están sobre todas las
autoridades administrativas del país, en materia de salubridad general.
Sin embargo el actual Presidente, ha
sido y es respetuoso de los gobernadores y los alcaldes del país; pues se ha
limitado a recomendar que quienes podamos nos quedemos en casa, que guardemos
la sana distancia, que usemos cubre-bocas, que no trabajemos sino en las
actividades esenciales, etcétera.
Quienes han recurrido al amago de
sancionarnos sí no acatamos esas recomendaciones, son algunos gobernadores y
alcaldes del país; quienes son los de la dictadura sanitaria.
En el reportaje que sirvió de motivación para
este artículo, se lee que el Doctor y General Rodríguez y Rodríguez, en la
tribuna del Congreso Constituyente de Querétaro, para justificar su propuesta
de adiciones al 73 Constitucional, contó que el General Bernardo Reyes (padre
del gran ensayista y humanista Alfonso Reyes), siendo Gobernador del Estado de
Nuevo León (y quien sentó las bases de la industrialización de Monterrey),
desoyó al Consejo de Salubridad General,
que le recomendaba paralizar las corridas del tren que conectaba a Monterrey
con Tampico, y esto provocó que la fiebre amarilla invadiera a aquella, a fines
del siglo XIX.
Los malquerientes del General
Reyes, dijeron que la fiebre amarilla causó 1700 muertos en 60 días en
Monterrey, y escritores como Ignacio Solares, en publicaciones de la UNAM,
afirmaron que fueron 125 los muertos.
El Coronavirus le está dando la razón al Doctor y
General José María Rodríguez y Rodríguez: “la dictadura de salubridad en
México”, tiene su razón de ser.