Frenar los feminicidios
Marcelo Torres Cofiño
Cómo no indignarse ante los feminicidios.
Todo crimen de odio contra las mujeres es una afrenta contra la sociedad
en su conjunto, además de un fuerte llamado de atención a las autoridades y a
cada ciudadano en particular.
Nadie debe ser indiferente ante esos hechos.
Todos tenemos una responsabilidad que atender para evitar que sigan
ocurriendo. Un México en el que las niñas y las mujeres son lastimadas es
uno que no deseamos ver
Apostar a un incremento en las penas debería ayudar, pero es
insuficiente debido a los elevados niveles de impunidad que persisten en
México. De hecho, ese tipo de crímenes se ha incrementado en 57% desde
2015 a pesar de que estén estipulados castigos más severos.
Por eso, debemos buscar otras rutas para proteger a las mujeres, de
todas las edades. Sin duda, el mejor y más seguro es la educación.
Debemos hacer todo cuanto esté a nuestro alcance para enseñar a las
nuevas generaciones a respetar la vida y a evitar la violencia de todo tipo. Por
desgracia, los resultados de una educación bien llevada a cabo son observables
en el largo plazo.
Los modelos educativos tardan en traducirse en los comportamientos
anhelados, por más prisa que nos demos en esa tarea. De ahí que, mientras
educamos, necesitamos implementar otro tipo de medidas en nuestra comunidad
para proteger a las mujeres y a las pequeñas.
De lado de las autoridades es indispensable la creación y difusión de
mapas de riesgo, la realización de operativos destinados a la prevención, la
organización de brigadas ciudadanas que colaboren en la identificación y
protección de mujeres en situación vulnerable, así como el diseño de protocolos
que, como sucede en los casos de sismos, expliquen qué hacer cuando una mujer
se encuentra en peligro, para que sean difundidos entre la población.
Los ciudadanos, además, debemos estar dispuestos a acompañar a las
mujeres hasta que se encuentren sanas y salvas.
No debemos olvidar que algunas de las víctimas fueron agredidas en sus
propios hogares, de ahí la necesidad de fortalecer la cultura de la denuncia.
Debemos frenar los feminicidios, ¡ya!