Odios y Rencores
Periódico 4º. Poder
(Facebook)
Son éstos, los odios y los rencores
los que causan toda clase de calamidades y tragedias.
No importa si son entre personas,
grupos o naciones, esas diferencias, esas malquerencias, esos enconos son causa
de disolución familiar, de guerras entre naciones y peor todavía, de luchas
intestinas que provocan mayor dolor porque los contendientes se creen
poseedores de la razón y consideran la suya una causa justa y por encima de las
razones del oponente
No hace muchos días, aquí, en la
Comarca Lagunera, región donde se juntan los Estados de Coahuila y Durango, nos
enteramos de una riña en donde un hombre mató a su padre.
La noticia, en medio de la vorágine de
otras también impactantes y de los días pre y post navideños, pasó casi
desapercibida cuando en otros tiempos hubiera sido de consternación general y
comentada por largo tiempo.
El odio, la inquina, la antipatía que
llega a repulsión, mata, divide, enluta y es por ello que es necesario y
urgente que en México nuestro país, se acabe con la polarización.
El gobierno, el presidente, habla
todos los días de la corrupción de los que se fueron; de la pesada herencia que
recibió su gobierno, los estatales e incluso -dijo- ayuntamientos de ciudades
con gran población que fueron forzados a entrar en la corrupción para hacer
obras públicas.
Y sin duda tiene razón... como la
tiene un amigo mío que se pregunta ¿y por qué los responsables de tanta
extorsión, de tanta irregularidad, de tanto delito, no están en la cárcel?
Si este gobierno no actúa con energía
y decisión en contra de quienes sabe responsables, más le valdría cambiar el
discurso rijoso y buscar la reconciliación ¿o no?