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Mujeres ayer y hoy
Periódico 4º. Poder (Facebook)

Feminicidios, acoso y agresión sexual, maltrato, golpes y discriminación sufren hoy las mujeres en México y el mundo entero.
Claro, los responsables directos son los hombres, hombres intolerantes, hombres iracundos, frustrados, con traumas, nuevos o viejos, quizás provocadas por el abandono, la falta de dirección y apoyo; es decir por las mismas causas por las que ahora se les acusa.
¿Alguien que tenga más de cincuenta años recuerda esos altos índices de agresión contra las mujeres?
¿No se sabía de manera inmediata y cercana que mujer era maltratada... sin duda por su borracho marido?.
Y eso era porque la vida se hacía de manera diferente a la de hoy en día. Tanto el hombre como la mujer tenían bien definidos sus roles familiares: uno era principalmente proveedor y el otro permanecía en su casa, atendiéndola como atendía de tiempo completo el cuidado de los hijos.
Y éstos eran -normalmente- de cinco o seis por hogar; porque no habían tantos y tan diversos anticonceptivos y mucho menos los anhelos, por parte de las señoras, de tener otro empleo, de “realizarse” como mujer, profesionista, empoderada, exitosa.
Quienes hemos llegado a la tercera edad recordamos a las mamás de nuestros amigos, vecinos y compañeros de escuela con cariño, con reconocimiento por el trato amable que nos brindaban, por las atenciones y seguridad que nos daban cuando íbamos de visita.
Ahora las mujeres no tienen tiempo para nada, están buscando un trabajo o desempeñándolo, siempre ocupadas, siempre tratando de ser igual que los hombres y algunas sí los han igualado pero en irse a las cantinas, hablar como o peor que carretoneros, meterse a la política... donde han imitado muy bien los malos ejemplos varoniles y, lógicamente descuidando a los hijos.
Se me tachará de misógino y machista y los pensamientos de algunas mujeres reprobarán con acritud lo que digo pero si lo hacen, quizás todavía tengan tiempo de leerme y de que les interese esta cuestión que ha cambiado la vida de todos en los últimos cuarenta o cincuenta años.
Razones tendrán para pensar de una u otra forma pero ¿no fueron felices en su sencilla o difícil infancia?
¿No se divertían y aprendían mas jugando “a la vuelta de la esquina” que ahora con vidas tan saturadas de actividades?
El mundo, nuestro mundo era otro, tal vez con carencias económicas pero sin duda, más sencillo, más solidario y menos, mucho menos demandante.

Sin Bozal

.-INFORMACION PERIODISTICA LA PALABRA; es la mayor virtud y riqueza de un hombre, el que no la tienen ni cumple, esta hueco

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