Educación para las
Pymes
¿Qué tipo de apoyos requieren las Pymes mexicanas para consolidarse y prosperar? Aunque las circunstancias varían para cada negocio, hay ciertas realidades compartidas que permiten trazar algunas medidas de aplicación general en la búsqueda de fortalecer a las pequeñas y medianas empresas. Veamos las educativas.
Un primer reto es convertir a todos y cada uno de los
pequeños y medianos empresarios en unos expertos en finanzas. No es un secreto
que la mayoría de las Pymes que fracasa lo hace porque su economía es endeble y
mal manejada.
Motivada a veces por la urgencia, la gente abre negocios sin
saber nada del mundo de las finanzas. Administra sus empresas con los mismos
vicios que tienen en el manejo de su economía familiar. Por eso quiebran.
Y dado que sus propietarios viven del producto de esas
empresas, se les viene, además, un problema incluso de simple supervivencia.
La educación está hecha un desastre y con el retroceso de la
contrarreforma educativa no tiene para cuando componerse. Pero si a este o los
anteriores gobiernos les hubiera interesado de verdad el bienestar y la
prosperidad de la ciudadanía basada en una sólida formación escolar, habrían
colocado en el centro las competencias financieras que todo individuo necesita
en un mundo tan competitivo, y al mismo tiempo volátil como el que
vivimos actualmente.
Está, muy de cerca con ese tema, el conocimiento y manejo de
las leyes, sobre todo aquellas que impactan de manera directa en las
actividades empresariales. No son pocos los negocios que cierran porque se
vieron envueltos en problemas legales, la mayoría de las veces por simple
desconocimiento.
Necesitamos entonces trabajar a nivel formativo, también, en
esa materia, tanto como debe ser prioritario el conocimiento profundo de la
tecnología, que nos enseñe no solo a ser usuarios sino a comprender su
funcionamiento y los caminos para su desarrollo.
Reconozcamos que tenemos una gran dependencia tecnológica que
encarece el uso de soluciones y dispositivos, los cuales, para colmo, no
necesariamente satisfacen las necesidades productivas de nuestros negocios
debido a que fueron concebidas en contextos ajenos a nuestra realidad.
El mayor problema es que convertimos el uso aparatos en una agotadora
y desventajosa carretera por mantenernos actualizados que sale carísima, lo que
significa un golpe más a las finanzas de las Pymes.
Se puede ver, entonces, la relevancia y urgencia de una
verdadera revolución en materia educativa, que se centre en dotar a la
ciudadanía de las capacidades que requieren las Pymes mexicanas.
Pero ¿qué se hace por mientras, en tanto no tenemos a esa
población muy competente en finanzas, leyes y tecnología?. Propongo una campaña intensiva e integral para
que expertos en esos y otros temas centrales para la gestión de empresas
diagnostiquen y acompañen a sus propietarios en la tarea de fortalecer a las
Pymes.
La labor es cada vez más urgente toda vez que se avecinan
tiempos difíciles para la economía mexicana por las razones que ya todos
conocemos. De ahí el llamado a que nos tomemos en serio el reto educativo de
impulsar a las pequeñas y medianas empresas.