Letras de oro del exilio español
Fernando
Rangel de León
E
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Al recibirlos aquí Ignacio García
Téllez, en representación de Cárdenas, les dijo: “El gobierno y el pueblo de
México os recibe como exponentes de la causa imperecedera de las libertades del
hombre. Vuestras madres, esposas e hijos encontrarán en nuestro suelo un regazo
cariñoso y hospitalario”.
Entre los refugiados destacan
Wenceslao Roces, primer traductor al español de El Capital, de Carlos Marx;
Adolfo Sánchez Vázquez, filósofo, José Gaos, Aurora Arnaiz Amigo, Luis Recasens
Siches; médicos, ingenieros, poetas y escritores, que no solamente se quedaron
a residir en la ciudad de México, sino también en todo el país.
Aquí a la Laguna llegaron el
intelectual Pelayo Sordo, el profesor Antonio Vigatá Simó, fundador del Colegio
Cervantes; el profesor Pablo Farrús, creador del Colegio Hispano Mexicano; en
los que dieron clases los también refugiados españoles Mario Alexander, Antonio
Antolín, Ricardo Pons y José Sampietro.
A nuestro natal Matamoros llegó
nuestro querido “médico del pueblo”, el doctor Eusebio Herradón Jurado, recibido
en la Universidad de Madrid, en cuyo honor una calle lleva su nombre, quien nos
curó en nuestra infancia; a quien cariñosamente le decíamos “el español”.
El próximo 13 de junio se cumplen 80
años de aquel histórico acontecimiento; por lo que el Presidente de la Cámara
de Diputados Porfirio Muñoz Ledo, está proponiendo que se inscriba con letras
de oro en el Muro de Honor del Palacio Legislativo de San Lázaro “Exilio
Republicano Español”.
Esa propuesta debe de motivar a los descendientes
de aquellos españoles que llegaron a México, para
quedarse, como en su segunda patria; y que residen en la Laguna, a que ese
aniversario no pase desapercibido, y realicen diversos actos tales como
conferencias, reportajes, develación de placas, y otros, para recordarlo.