La inseguridad en las escuelas
Fernando Rangel de León
Las
aulas, bibliotecas, laboratorios, auditorios, campos deportivos, y demás recintos
a los que acuden educandos, desde preescolar hasta tecnológico, politécnico y
universidad, deben ser espacios seguros para que en ellos con la más absoluta
libertad y la más plena paz puedan los maestros enseñarles y los alumnos
aprender, en un ambiente sin riesgo alguno de perder la libertad personal, sus
pertenencias, la integridad física y la vida.
Porque solamente en ese clima de
tranquilidad pueden fructificar las actividades docentes y académicas en los
centros educativos, que imperó y dio buenos resultados en la vida productiva
del país; hasta antes de que llegara a ellos la violencia y la inseguridad
pública, que como marabunta están azotando al país de una forma alarmante y
desesperante porque hasta el día de hoy no hemos visto ningún cambio real en el
combate a esos jinetes del apocalipsis, y que es por lo que votamos más de 30
millones de mexicanos el pasado 1 de julio.
En menos de 2 años se ha privado de
la vida dolosamente a las estudiantes Jennifer Sánchez (menor de edad), Miranda
Mendoza, Graciela Sifuentes, Sol Sifuentes, Lesvy Berlín y Aideé Mendoza
Gerónimo, ultimada el 29 de abril, dentro de su salón de clases del Colegio de
Ciencias y Humanidades CCH (equivalente a Preparatoria), de la UNAM; por lo que
han sido calificados como feminicidios.
Esos
crímenes han quedado impunes hasta la fecha, gracias a la corrupción, que ya
también violó la autonomía universitaria y la de todos los centros educativos
del país, y cual plaga ya los contagió; y que juntos con la sociedad toda están
clamando a gritos que ya se ponga fin lo más pronto posible a esos dos flagelos,
que están acabando con México.
La
“Operación Mochila”, ha sido una medida de las autoridades educativas para
impedir que los alumnos introduzcan en sus mochilas, portafolios, maletines,
etc…, drogas, instrumentos punzocortantes, armas blancas y armas de fuego, a
los recintos escolares; que es duramente criticada por los demagogos defensores
de los derechos humanos.
Esos
demagogos defensores de los derechos humanos dicen que la operación mochila es
invasiva porque entra, penetra, en la privacidad del educando, y que por eso no
se debe de permitir.
Entonces
que busquen otra solución que concilie los derechos humanos con la seguridad universitaria
y la de todos los centros de educación.