En defensa de la Cuenca
Marcelo Torres Cofiño
La falta de información completa y confiable conduce a errores lamentables. Tal es el caso de quienes, como el Presidente, suponen de manera equivocada la inviabilidad de la Cuenca Lechera de La Laguna. Aquí, algunos datos que seguramente desconoce el Mandatario.
La alimentación del ganado lechero se compone de grano y
forraje en una proporción de mitad y mitad. Los granos son básicamente maíz y
soya, que son importados desde los Estados Unidos; en menor medida, canola
traída desde Canadá y semilla de algodón que se trae de la Unión Americana,
Chihua-hua y Baja California.
El cultivo del forraje está compuesto de alfalfa, avena,
ensilajes de maíz y de sorgo. Este es el de mayor consumo de agua.
Por tal motivo, desde hace al menos un par de décadas, la
producción en la Comarca Lagunera detuvo su crecimiento; de tal manera que tres
cuartas partes del forraje que consumen las vacas es llevado a la región desde
otros estados del país, principalmente desde Chihuahua, Durango (quitando la
Laguna) y Zacatecas.
Además, gran parte de la malta de las plantas cerveceras de
Zacatecas, de Nava al norte de Coahuila y de Monterrey es llevada a La Laguna
para consumo de las vacas en sustitución de la alfalfa.
Y la pasta de cítricos que está compuesta con desechos de
plantas de jugos de naranja del área de Montemorelos, Nuevo León, también se
lleva a la Comarca como remplazo del ensilaje de maíz. De manera similar se
usan los rastrojos que es lo que queda después de recoger el grano, avena,
trigo y cebada que se producen en Chihuahua, Tamaulipas y Sinaloa.
Tales esfuerzos por replantear la cadena de suministros de la
producción lechera en La Laguna han tenido como resultado que, mientras la
producción de leche se ha quintuplicado desde la década de 1990, la siembra de
cultivos como la alfalfa es menor que la de entonces.
Una prueba de que se ha estado trabajando en reducir el
impacto ambiental que deja esa actividad en la Comarca.
Pero, también, queda demostrada la enorme capacidad que tiene
esa industria para incrementar su productividad. Hoy en día, la totalidad de
las empresas lecheras de México se abastece en la región.
La Laguna es, también, segundo lugar en México en producción
de carne de res y de pollo. Tales logros generan para los laguneros mejores
condiciones para su prosperidad y progreso.
Por eso, faltan a la verdad quienes dicen que los
industriales de la ganadería no están preocupados y ocupados en hacer que su
actividad sea cada vez más sustentable. Y nadie niega que haya un problema por
atender
y que deberá ser resuelto lo más pronto posible y de la
manera más eficaz. Pero sí, que para lograrlo, se deba destruir toda una
historia de esfuerzo y dedicación por parte de quienes han apostado a producir
leche en la Comarca.
Es innegable la importancia que tiene esa actividad para la
región y, por eso, lo que procede es que se continúe trabajando en la
disminución del impacto ambiental y en garantizar la sostenibilidad de la
industria en el largo plazo. Debe ser un esfuerzo que involucre a científicos,
tecnólogos, ambientalistas, autoridades y empresarios. Todos juntos deben
aportar para lograr la defensa de la Cuenca.