Torreón, Coahuila.- En la tercera sesión del taller Crianza Positiva, impartido por la psicóloga Carmen Morales Reyna, se revisó el tema: “Ellos y nosotros sufrimos con el castigo corporal”, en seguimiento al programa semanal.
Durante esta sesión, las
madres asistentes trabajaron en el reconocimiento de los sentimientos que
surgen cuando se recurre al castigo corporal como el golpear, gritar o humillar
a sus hijas e hijos, y cómo estas acciones lastiman profundamente sus
emociones.
Como actividad, las
participantes recordaron un momento en el que golpearon o gritaron a uno de sus
hijos, identificando cómo se sintieron ellas mismas como madres y cómo se
sintieron sus hijas e hijos.
De igual forma, reflexionaron
sobre cómo se sienten las madres y los hijos en situaciones donde no hay golpes
ni gritos.
Entre los principales
hallazgos, las asistentes compartieron que al recurrir al castigo físico suelen
experimentar rabia, falta de control, tristeza, culpa y miedo de ser rechazadas
por sus hijos. En contraste, cuando logran evitar los golpes o gritos, se
sienten tranquilas, con mayor control de sus emociones y en paz consigo mismas.
Por su parte, se identificó
que los niños y niñas que son castigados físicamente suelen sentir rabia,
molestia, tristeza y aburrimiento. Las madres analizaron las similitudes y
diferencias entre sus propios sentimientos y los de sus hijos, lo que permitió
generar un espacio de reflexión sobre la importancia de construir relaciones
basadas en el respeto y el cariño.
El taller Crianza Positiva
continuará desarrollándose en próximas sesiones, reafirmando el compromiso de
fortalecer herramientas que favorezcan una educación libre de violencia.