Torreón, Coahuila.- El
docente es uno de los factores importantes para la transformación de la
enseñanza, los cuales deben de estar en constante capacitación, ya que
necesitan aprender y fortalecer las nuevas maneras de comunicación,
razonamiento y reflexión, reorientando su formación personal. El maestro es el
emisor del conocimiento que requiere mantenerse actualizado e innovar para
motivar a sus estudiantes.
El
compromiso y la participación del maestro son elementos fundamentales para el
crecimiento profesional y fortalecimiento de la teoría y la práctica. Aprender
a enseñar implica aprender a educarse de manera continua durante toda su vida
profesional como docente.
La
sociedad y las instituciones educativas requieren de maestros motivados,
comprometidos y capacitados en sus respectivas áreas del conocimiento que
provoquen entusiasmo en sus estudiantes con estrategias académicas, tareas
extracurriculares y experiencias de vida sobre escenarios y contestos reales. En
la actualidad los maestros, para ser factores de cambio deben de conocer y
aplicar procesos pedagógicos, innovadores, motivar la creatividad, reconocer
las habilidades de sus estudiantes, buscar nuevas maneras de enseñar y aprender
en este mundo globalizado, utilizando instrumentos tecnológicos que contribuyan
de forma responsable en el desarrollo social.
Ante
este contexto la sociedad exige cambios en la función que desempeñan los
docentes, alumnos y padres de familia con el objetivo de que el proceso de
enseñanza aprendizaje y su evaluación dejen de ser una simple transferencia
repetición de contenidos.
En
este sentido, se puede trasladar el texto de Michel Foucault La Arqueología
del Saber a la educación, tratando al conocimiento como una comparación con
la arqueología, donde se desentierran cosas antiguas, muchas veces sin saber su
función ni objetivo.
Foucault
expone en su libro la idea de que el pensamiento está limitado por un conjunto
de reglas que definen la conciencia social, así, los maestros que no se
actualizan, solo extraen cosas de los libros de texto sin cuestionarlos ni
tener iniciativa propia, siguen al pie de la letra el programa sin
contextualizarlo ni adaptarlo a las necesidades de su entorno.
Por el
contrario, el docente para lograr un cambio debe de generar en el salón de
clase un ambiente de confianza que invite a los alumnos a investigar,
reflexionar, observar y construir su aprendizaje. No es posible seguir solo
desenterrando cosas que ya se hicieron, sino continuarlas e inventar nuevas.
Una
parte fundamental para lograrlo es creer que los alumnos pueden hacerlo, dejar
de lado la idea de que el profesor es el ser que lo sabe todo y los jóvenes tienen una mente en
blanco esperando a ser llenada con conocimiento académico que quizá vayan a
olvidar después de un examen.
El
maestro generador de cambio es aquel que va más allá de lo teórico, de la
simple transmisión de conocimientos, es el que tiene la capacidad de guiar e
inspirar a sus alumnos por su forma de actuar, ser, enseñar y reconocer los
aciertos.
En la
actualidad los docentes afrontan desafíos más complejos porque son los
responsables de garantizar una educación de calidad, ser guía, constructor de
conocimiento, promotor de los valores y factor de cambio social.