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El comunismo no debe asustar a nadie

Fernando Rangel de León

            

         

 Todos los que están en contra del progreso, de la mejoría del pueblo, ayer y hoy, han pretendido asustar a la gente de buena fe, con el nombre de comunismo, como si comunismo fuera un monstruo, un mal, algo dañino; cuando la realidad es que el comunismo, no existe; y si existió, el comunismo era una forma de la vida colectiva de los pueblos desde tiempos inmemoriales, que quería la igualdad y el bienestar para todos, en paz; por lo que el comunismo era y es más bien una utopía: algo irrealizable.
           De niños, hace ya alrededor de 8 décadas, escuchábamos en la radio y leíamos en los diarios, que el PAN y otras organizaciones conservadoras y reaccionarias a la Revolución Mexicana, asustaban al pueblo de México, con el comunismo, diciéndole que les iba a quitar a sus hijos, que los iba a despojar de sus propiedades, que les iba a prohibir ir a la Iglesia, que los iba a hacer ateos, y envenenándoles el corazón de esa y mil formas más.
           Es que a falta de ideas, de argumentos, de razones; los reaccionarios a las transformaciones sociales, utilizan la mentira, el engaño, las calumnias y las difamaciones, en contra de las personas y las instituciones que quieren realmente el cambio de la sociedad; desprestigiándolas, haciéndolas que desconfíen de ellas, que no crean en sus proyectos políticos, en sus ideales y hacen todo lo posible por impedirles que los realicen.
            Este uso de la palabra comunismo para atacar a quienes quieren lo mejor para el pueblo todo, no es de ahorita, es desde que se creó la Unión de Repúblicas Socialista del Soviet URSS, en octubre de 1917, en Rusia, y que no tiene nada que ver con el comunismo, pues comunismo no es sinónimo de socialismo; inclusive ya hasta desapareció la URSS.
            En México, se atacó mucho a algunos grandes hombres que porque eran comunistas, como Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco, nomás porque llevaron la pintura a los murales para que todo mundo disfrutara del arte, que solo lo podían tener las personas pudientes en los cuadros dentro de sus casas.
            Se atacó mucho también a los líderes sindicalistas que buscaban mejores prestaciones laborales y condiciones de vida más dignas para los trabajadores, como Vicente Lombardo Toledano, Valentín Campa, Demetrio Vallejo, Otón Salazar, y otros más, que tachaban de comunistas.
            El gobierno de Lázaro Cárdenas, también fue tildado de comunista por los reaccionarios nada más por sentar las bases para el Instituto Mexicano del Seguro Social IMSS, hacer el Reparto Agrario y llevar a cabo la Expropiación Petrolera.
            A Adolfo López Mateos, también se le atacó de comunista porque nacionalizó la industria eléctrica, creó el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado ISSSTE, y creó los Libros de Texto Gratuitos LTG; y así por el estilo, todos los que han trabajado en favor de la mejoría del pueblo, han sido satanizados con la palabra comunista.
            ¿Y ahora en donde están esos personajes? Están en la gloria de la historia, inclusive reconocidos y admirados por los actuales reaccionarios. Ahora los actuales reaccionarios atacan a los personajes que están vivos y que quieren una transformación