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Recuerdos de administración fallida (Torreón)

J. Enrique Proa Villarreal

“Tristes Recuerdos”

“Y todo sigue igual que como lo dejaste”

(Información publicada en su momento de aquellos años)

     

Torreón, Coahuila.- Desde hace varios años, desde la administración del “flamante” ex alcalde Eduardo Olmos Castro, las piletas de las fuentes de la Plaza de Armas no tienen agua.
       Desde esa administración municipal están secas aun cuando ese paseo es un lugar emblemático de Torreón y en donde se reúnen miles de ciudadanos que no ven  que el agua fluya en dichas pilas, Es un problema que no es de ahora sino data de las pasadas administraciones, una de ellas  presididas por Olmos Castro.
        Pero esto no es todo, las fuentes de la Plaza Mayor, que se sepa, no tienen tubería directa que las surta de agua, sino que continuamente tienen que ser abastecidas con pipas de los bomberos.
     En ese paseo, también construido en el Gobierno Municipal de Eduardo Olmos, se carece de bebederos para tomar agua y de servicios sanitarios, que por salud deben funcionar, pero no los hay.

 (Recordando viejos tiempos)

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    Torreón, Coahuila.- Hay algunos ex alcaldes que en sus respectivas administraciones municipales realizaron obras de “mentiritas” como dijo alguien por ahí, pero existen otros que hicieron obras engañosas que ahora son prácticamente “elefantes blancos” que representaron un daño al erario público.
     Con las inversiones que se destinaron para sus construcciones sin duda se defraudó a la hacienda del municipio y de paso se engañó a la sociedad, porque hasta ahora no cumplen con su función para la que fueron programadas.
     

Al terminar la administración municipal de Eduardo Olmos Castro la mayoría de los torreonenses recordaron a sus anteriores gobernantes como verdaderos monigotes o figuras decorativas que  no pudieron o no quisieron conducir a Torreón por la senda del desarrollo, por el contrario, pusieron todo su esfuerzo para hundir a la ciudad en el atraso, y en lugar de rescatarla, la dejaron caer en el abandono e inmundicia administrativa.
    Un lector de Sinbozal nos envío algunos de los muchos desaciertos que cometió el ex alcalde, Eduardo Olmos Castro.
      Recordemos algunos pasajes de su período de gobierno, que solo sirvió para que se enriquecieran unos cuántos.
      Las fuentes de la Plaza de Armas no abastecieron de agua a las piletas porque no la retenían, lo que dejó al descubierto que con la rehabilitación que se le hizo al paseo público con una inversión de 10 millones de pesos  no se compactó adecuadamente la parte inferior.
    Esto provocó que hubiera filtraciones al subsuelo. Su reparación pudo haber costado varios milloncillos de pesos por eso las ex autoridades mejor guardaron silencio.
      1.- La plaza de armas lució hecha un asco y deteriorada; las jardineras si así se les pudieron llamar, fueron la vil tierra para vergüenza de los ciudadanos y el turismo, pero nadie dijo nada, ni siquiera Arturo Lozano Ayala, responsable del proyecto.
      2.- Que la ciclopista construida por el Bulevar Constitución con una inversión de 18 millones de pesos no cumplió con los objetivos para lo que fue planeada, pues los ciclistas no la utilizaron porque no se ajustó a las normas de seguridad.
´     Es más, ni los ciudadanos la utilizaron para pasear a sus mascotas, por ello, “La ciclopista o perropista” resultó todo un fracaso que se tradujo en un fraude para los ciudadanos de Torreón porque en la obra se destinaron recursos públicos.
       3.- Muchos ciudadanos calificaron de desvergüenza e imperdonable que el “flamante” ex Tesorero Municipal, Pablo Chávez Rossique les hayan secuestrado el dinero a los trabajadores del municipio al no devolverles en su oportunidad las cuotas que les retuvo por concepto de pensiones.
       4.- El  mismo lector reporta que el caso del robo de cable del alumbrado público estuvo cobijado por el misterio que lo condujo a la impunidad.
       5.- ¡No se hagan bolas¡, como dijo aquel de orejas muy peculiares. En colonias residenciales algunos ex funcionarios viven en lujosas viviendas con valor de varios millones de  pesos.
Todo esto lo permitió Eduardo Olmos Castro.