La corrupción
como sistema de gobierno
Periódico 4º. Poder
Primero que la ambición
y voracidad de sus funcionarios crearon una división interna que creció y
trascendió hasta lo público con cruces de denuncias y demandas, ceses y
despidos.
Segundo que afloró la turbiedad
de la fortuna de Marina Vitela Rodríguez quien de enfermera con sueldo regular
se montó en la política, se hizo (o la hicieron) legisladora y acumuló una
fortuna en efectivo y en propiedades que en número de 25 fueron dadas a conocer
y que no tiene forma de justificar con honradez.
Tercero, el contubernio
con funcionarios del grupo del exgobernador Jorge Herrera Caldera importados a
las direcciones locales que aprovecharon para su beneficio y en detrimento de
las arcas municipales.
Cuarto, que la lealtad
que tanto exige el presidente de la república a los funcionarios de la 4T aquí
sirvió para mentir, robar y traicionar el pueblo que aunque se pase de bueno,
supo a tiempo del robo y el ultraje de estos bandidos que quisieron apoderarse
del gobierno estatal y los rechazaron.
Quinto, que la sumisión
y complicidad, más que la lealtad paga y por ello se siguen descubriendo (como
lo publica Diana González en las páginas de “El Siglo de Torreón”, la
elaboración de “gacetas” innecesarias y pagadas a sobreprecios ordenadas por la
directora de Comunicación Social María Teresa González Carranza quien sin duda
-ni vergüenza- obtuvo grandes dividendos económicos.
Lo que debe ser una
publicación interna, digital y sin erogación, la directora de marras las ordenó
-cuando menos la más reciente descubierta- en una imprenta sin domicilio,
fantasma pues y a la que supuestamente pagó (igual que a otra previa) casi
medio millón de pesos.
De ser así y si el
“negocio” es sólo de ella, en tres años y como empleada de segundo nivel lleva
hasta ahora, una “ganancia” de un millón de pesos, aunque como lo advertimos en
estas líneas al descubrirse la primera irregularidad, no iba a ser la única y
que como sucedió, siguen saliendo estos actos de depredación y pillaje.
Y si así actuó para su
provecho la directora, habría que ver cómo y cuánto ganaron las alcaldesas
(Marina y Anabelle), el síndico, el tesorero, el “coordinador” de directores,
el oficial mayor, el jefe de los servicios públicos, el de Sideapa y otros.
Al parecer aquí Alí
Babá y sus 40 ladrones serían poco o nada en comparación con estos bandoleros.
Indigna que el servicio
público haga ricos de la noche a la mañana a los sin escrúpulos y si es con
moderación en tres años juntan, del dinero de todos, lo que muchos no ven en
toda su vida.
Trascendió ayer que
ocho de los regidores de Gómez Palacio rechazaron las indicaciones de la
secretaría del Ayuntamiento para estar en la fotografía oficial.