Por fétidos olores clausuran bodega de almacenaje de cueros
Torreón, Coahuila. -Por no contar con los permisos correspondientes
de funcionamiento, una bodega de almacenaje y tratamiento de cueros fue
clausurada por la Dirección de Inspección y Verificación Municipal en la
privada Adolfo Aymes de la Ciudad Industrial de Torreón.
Fueron ciudadanos molestos debido a los olores que despedía durante el día y la noche, los que reportaron su inconformidad al gobierno municipal para que procediera en consecuencia y fue así como al realizar la inspección se comprobó el hecho.
El titular de Inspección y Verificación, Raúl
Rodríguez García, informó que el lugar representaba un serio problema de
contaminación del aire por los pestilentes hedores que emitía, producidos por
el remojo y tratamiento de los cueros.
La inspección realizada arrojó que entre otras
irregularidades, dicha bodega carecía del manifiesto de la SEMARNAT, documento
detallado y requerido por la autoridad que analiza el impacto ambiental de las
empresas, cuyo objetivo es promover la cultura ecológica.
Tampoco tenía licencia de funcionamiento, ni
certificado de fumigación, le faltaban extintores y un plan de contingencia
aplicable a este tipo de negocios, por lo que se procedió al cierre.
Clausuran ferretera por omitir control en venta de
solventes
En otra acción diferente, la dependencia encargada
de hacer cumplir las disposiciones administrativas vigentes en el municipio,
procedió a la clausura de un negocio de ferretería ubicado en la calle Tagaste
del ejido San Agustín, por omitir el control en la venta de solventes
Los negocios de este tipo tienen la obligación de
regular el expendio, uso y manejo de solventes que produzcan efectos
psicotrópicos en las personas y ajustarse a las disposiciones municipales
correspondientes.
Rodríguez García indicó que el reglamento para controlar la venta de solventes, influye en un mayor
control en el combate contra el graffiti, por acuerdo del Cabildo, por lo que se deben cubrir prácticamente todas las formas de venta de Además del libro de control de la venta de
solventes, durante la inspección realizada a esta ferretería, también se constató
que carecía de licencia de funcionamiento, extintores y de certificado de
fumigación, por lo que se procedió al cierre.