Pueblo sabio
Periódico 4º. Poder
El pueblo es sabio, lo dice una vez y
otra el presidente López Obrador y… ¡claro que lo es!
Para apoyar la candidatura de Marina Vitela vinieron a La Laguna Claudia Sheinbaum, la jefa de Gobierno de la ciudad de México; Marcelo Ebrard, el secretario de Relaciones Exteriores; Adán Augusto López, secretario de Gobernación; “el Fisgón”, caricaturista que apoya la 4T, desde luego Mario Delgado y otros… que no fueron suficientes para mover el voto a su favor ni en Gómez Palacio ni en Lerdo ni en los más importantes municipios del Estado de Durango.
En comentarios pasados aseguramos que Marina Vitela no ganaba ni trayendo de los cielos a los santos, ángeles, arcángeles, querubines y potestades… y así fue.
Y fue así porque la gente que no la conocía antes, en la campaña la conoció.
Pudo identificarla de practicante de nepotismo; de usar a una bailarina en actos de campaña, denigrante no sólo para la joven contratada sino para todas las mujeres; le conocieron sus lágrimas falsas en la inútil defensa de los hijos beneficiados con contratos millonarios de la administración municipal que mal mandó y sus movidas chuecas en la compra de despensas a sobreprecios, en la fraudulenta instalación de terminales de internet que ofreció y pagó pero no se instalaron.
Porque en su Dirección de Comunicación Social y como por arte de magia desaparecieron millones de pesos que no pueden justificar.
Su pupila y pariente indefinida va con la misma escuela; el pasado domingo en la noche Betzabé vio un vehículo junto a una casilla de votación que le pareció sospechoso.
Inmediatamente dio aviso a sus seguidores, detuvieron el vehículo y trataron de bajar al chofer y pasajeros, más cuando se dieron cuenta que uno de ellos era Juan Salazar, el actual dirigente de la CNOP local al que de inmediato acusó del robo de urnas.
Ante la agresión los detenidos de manera ilegal dieron aviso a su organización y al PRI acudiendo varias personas en su defensa.
Mientras, la candidata a la alcaldía lanzaba acusaciones a diestra y siniestra, acusó al gobernador de meter sus manos en la elección y pidió a gritos la presencia de elementos del Ejército y la Marina.
Éstos llegaron minutos después, pacificaron los ánimos exaltados y con testigos de Morena y la Coalición PRI, PAN y PRD, se procedió a hacer la revisión correspondiente en el sospechoso vehículo.
El resultado: nada ilegal, nada de paquetes electorales, ni armas, ni siquiera unas cervezas para pasar la jornada electoral.
Con eso se demuestra -otra vez- que al frente de una administración municipal o estatal no pueden estar mujeres esquizofrénicas, escandalosas y que ven moros con tranchete en cada sombra.
Ahora bien, ni Esteban Villegas Villarreal ni Leticia Herrera Ale y mucho menos las autoridades judiciales y electorales, tendrán motivos para no investigar y castigar los desvíos de recursos económicos y delitos cometidos.
El pueblo es sabio… y tiene memoria, espera se le cumpla, castigue a los que -como dice AMLO- “se han portado mal” y enriquecido a sus costillas.
Si no, los votos y la confianza de hoy, pueden desaparecer mañana.
Para apoyar la candidatura de Marina Vitela vinieron a La Laguna Claudia Sheinbaum, la jefa de Gobierno de la ciudad de México; Marcelo Ebrard, el secretario de Relaciones Exteriores; Adán Augusto López, secretario de Gobernación; “el Fisgón”, caricaturista que apoya la 4T, desde luego Mario Delgado y otros… que no fueron suficientes para mover el voto a su favor ni en Gómez Palacio ni en Lerdo ni en los más importantes municipios del Estado de Durango.
En comentarios pasados aseguramos que Marina Vitela no ganaba ni trayendo de los cielos a los santos, ángeles, arcángeles, querubines y potestades… y así fue.
Y fue así porque la gente que no la conocía antes, en la campaña la conoció.
Pudo identificarla de practicante de nepotismo; de usar a una bailarina en actos de campaña, denigrante no sólo para la joven contratada sino para todas las mujeres; le conocieron sus lágrimas falsas en la inútil defensa de los hijos beneficiados con contratos millonarios de la administración municipal que mal mandó y sus movidas chuecas en la compra de despensas a sobreprecios, en la fraudulenta instalación de terminales de internet que ofreció y pagó pero no se instalaron.
Porque en su Dirección de Comunicación Social y como por arte de magia desaparecieron millones de pesos que no pueden justificar.
Su pupila y pariente indefinida va con la misma escuela; el pasado domingo en la noche Betzabé vio un vehículo junto a una casilla de votación que le pareció sospechoso.
Inmediatamente dio aviso a sus seguidores, detuvieron el vehículo y trataron de bajar al chofer y pasajeros, más cuando se dieron cuenta que uno de ellos era Juan Salazar, el actual dirigente de la CNOP local al que de inmediato acusó del robo de urnas.
Ante la agresión los detenidos de manera ilegal dieron aviso a su organización y al PRI acudiendo varias personas en su defensa.
Mientras, la candidata a la alcaldía lanzaba acusaciones a diestra y siniestra, acusó al gobernador de meter sus manos en la elección y pidió a gritos la presencia de elementos del Ejército y la Marina.
Éstos llegaron minutos después, pacificaron los ánimos exaltados y con testigos de Morena y la Coalición PRI, PAN y PRD, se procedió a hacer la revisión correspondiente en el sospechoso vehículo.
El resultado: nada ilegal, nada de paquetes electorales, ni armas, ni siquiera unas cervezas para pasar la jornada electoral.
Con eso se demuestra -otra vez- que al frente de una administración municipal o estatal no pueden estar mujeres esquizofrénicas, escandalosas y que ven moros con tranchete en cada sombra.
Ahora bien, ni Esteban Villegas Villarreal ni Leticia Herrera Ale y mucho menos las autoridades judiciales y electorales, tendrán motivos para no investigar y castigar los desvíos de recursos económicos y delitos cometidos.
El pueblo es sabio… y tiene memoria, espera se le cumpla, castigue a los que -como dice AMLO- “se han portado mal” y enriquecido a sus costillas.
Si no, los votos y la confianza de hoy, pueden desaparecer mañana.