¡Presidente, presidente, presidente!
Periódico
4º. Poder
Marcelo, Claudia, Adán y hasta el innombrable en las mañaneras Ricardo Monreal, reciben este grito donde quiera se presentan.
Porras compradas, inducidas y organizadas o de simples simpatizantes rebajan, denigran el título de presidente que, cosa curiosa, ya no le gritan al ocupante de Palacio Nacional.
La sobreexposición de esos funcionarios, el traerlos como trompo chillador, hace que cometan errores porque a veces no saben ni dónde están.
Ahí está el ejemplo del secretario de Gobernación que en un discurso dijo estar muy contento en Tabasco cuando en realidad estaba en Oaxaca.
Un día aquí, otro allá, uno más en el cumplimiento de sus obligaciones con múltiples compromisos los hacen desbarrar, desubicarse y cometer pifias.
Si siguen como van tal vez les coma el mandado Fernández Noroña hoy por hoy el más congruente, aunque no simpático de quienes han dicho que quieren ser presidente de la república.