El cochinero
Periódico
4º. Poder
Por principio de cuentas Morena fue invadido por ex priistas que formaban parte del gobierno de Jorge Herrera Caldera y que se afiliaron al Movimiento de Regeneración Nacional de manera oportunista porque en el PRI les cerraron las puertas del poder y los negocios.
La ola lopezobradorista hizo alcaldesa a Marina Vitela quien no supo o pudo administrar ni política ni económica ni socialmente a los gomezpalatinos al traer, del viejo equipo de Herrera Caldera como oficial mayor del ayuntamiento Karol Wojtyla y al “coordinador de directores” Francisco Sida que ni eran conocidos en el municipio y menos conocían sus necesidades pero que al final sí han sido identificados por su corrupción y su inmoralidad.
La improvisación de estos y otros funcionarios como la contralora, detenida y fichada en Torreón como presunta corruptora de menores, los familiares de la propia alcaldesa, incluso sus hijos descubiertos en sociedad con el ex tesorero y ahora síndico Cuauhtémoc Estrella, en una empresa favorecida con millones de pesos en obras fraudulentas, estalló en escándalo nacional.
Después la ruptura con Omar Castañeda González, primer síndico en el ayuntamiento y luego diputado federal con licencia, que les descubrió desvíos de recursos con compras simuladas, tratos con empresas de internet que cobraron pero no cumplieron, adquisición de despensas a sobreprecios y, para colmo, un trabajador de Servicios Públicos Municipales a bordo de un vehículo de la dependencia transportando despensas escondidas -en domingo- fue a chocar por alcance conduciendo en estado de ebriedad.
Marina Vitela, hoy candidata a la gubernatura de Durango designó candidata a la presidencia municipal a Betzabé Martínez Arango a quien la unen lazos de parentesco y tropezó de inmediato con la dificultad de no haber nacido ni poder demostrar vivir en Gómez Palacio por lo que se exigió al secretario del ayuntamiento le diera un comprobante de domicilio.
Al negarse y contravenir los deseos de Marina Vitela quien sigue mandando de manera extraoficial en el cabildo, la alcaldesa suplente primero le hizo un extrañamiento al secretario, luego lo infraccionó y por por último, en una subrepticia sesión de cabildo vigilada por elementos policiacos le notificó su cese inmediato.
Esta administración de Morena como ninguna otra se significó como ineficaz y opaca para trabajar positivamente para el municipio pero con gran capacidad para que, por ejemplo, los inspectores de Obras Públicas inventaran infracciones para multar.
También los policías y agentes de vialidad se convirtieron en el principal renglón de ingresos económicos exaccionando conductores en estado de ebriedad o no.
Esta gavilla que tiene secuestrado el cabildo no hizo ninguna obra para la ciudad, por el contrario el descuido y deterioro de la estructura urbana se ve por todos lados con calles llenas de baches, parques y jardines abandonados, con bancas rotas, sin bebederos, en fin, el panorama que deja esta administración de Morena es el de una ciudad agonizante, urgida de un cambio verdadero que haga gente local, menos voraz y negligente y que esté separada de la corrupción.