López Dóriga, Joaquín
Periódico
4º. Poder
Fue una de las cartas fuertes de Televisa, prácticamente el sucesor de
Jacobo Zabludosky pues al retiro del principal vocero del oficialismo en apoyo
de su hijo Abraham, ni su vástago ni Guillermo Ortega Ruiz, dejaron huella.
López Dóriga en el programa estelar de la televisión noticiosa ganó fama, poder y dinero, mucho dinero.
Es en la actualidad uno de los locutores de radio con mayor riqueza en su haber y si fue echado de Televisa (al menos en apariencia) fue por las acusaciones de chantaje que le hizo la entonces dueña de la Cervecería Modelo, María Asunción Aramburuzabala, ganándole un juicio a la señora Adriana Pérez Romo, cónyuge de López Dóriga quien en ese acto de extorsión mordió mas de lo que podía masticar.
Y es que su acusadora además de ser de las mujeres mas ricas de México era: consejera en El Universal, Televisa, América Móvil, Grupo Financiero Banamex, Fesnillo, ICA, Aeroméxico, Médica Sur, Siemens, Empaques de Carton United y Empaques San Pablo y fue la primera mujer en ser Consejera en la Bolsa.
Con este litigio perdido el periodista no perdió ni la prepotencia ni la altanería; halló refugio en Telefórmula donde igual que otros pagados por los empresarios que han visto disminuir sus ganancias y privilegios, se dedica a atacar al gobierno.
Ahora y después de mucho tiempo, procuro verlo.
Ya no me incomodan sus mentiras y exageraciones, sus ademanes y mucho menos las entrevistas que hace con los mismos de siempre y siempre para atacar al gobierno que hasta ahora ha resultado inmune a su cizaña.
Me divierte también que hable con los secretarios de Estado y hasta con el presidente como si los tuviera frente a él y éstos, aunque sepan lo que dice y habla, ni lo pelan.
Sus aspavientos son muy parecidos a los de Brozo e igual de inútiles.
Eso debe ser frustrante ¿o no?
López Dóriga en el programa estelar de la televisión noticiosa ganó fama, poder y dinero, mucho dinero.
Es en la actualidad uno de los locutores de radio con mayor riqueza en su haber y si fue echado de Televisa (al menos en apariencia) fue por las acusaciones de chantaje que le hizo la entonces dueña de la Cervecería Modelo, María Asunción Aramburuzabala, ganándole un juicio a la señora Adriana Pérez Romo, cónyuge de López Dóriga quien en ese acto de extorsión mordió mas de lo que podía masticar.
Y es que su acusadora además de ser de las mujeres mas ricas de México era: consejera en El Universal, Televisa, América Móvil, Grupo Financiero Banamex, Fesnillo, ICA, Aeroméxico, Médica Sur, Siemens, Empaques de Carton United y Empaques San Pablo y fue la primera mujer en ser Consejera en la Bolsa.
Con este litigio perdido el periodista no perdió ni la prepotencia ni la altanería; halló refugio en Telefórmula donde igual que otros pagados por los empresarios que han visto disminuir sus ganancias y privilegios, se dedica a atacar al gobierno.
Ahora y después de mucho tiempo, procuro verlo.
Ya no me incomodan sus mentiras y exageraciones, sus ademanes y mucho menos las entrevistas que hace con los mismos de siempre y siempre para atacar al gobierno que hasta ahora ha resultado inmune a su cizaña.
Me divierte también que hable con los secretarios de Estado y hasta con el presidente como si los tuviera frente a él y éstos, aunque sepan lo que dice y habla, ni lo pelan.
Sus aspavientos son muy parecidos a los de Brozo e igual de inútiles.
Eso debe ser frustrante ¿o no?