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 ¿Hasta dónde el empoderamiento?

Miguel Ayax González Hubbard

Periódico 4º. Poder· 

¿Hasta dónde el empoderamiento?
Sacarlas del yugo matrimonial -cuando es yugo- es elogiable;
retirarlas del peligro de maridos borrachos y desobligados, era necesario;
quitarlas del riesgo que tienen con parejas agresivas y golpeadoras… indispensable;
la protección a las mujeres es legal, está plasmada en la Constitución pero tomarla de bandera para la política, imponer una paridad de género, por género y no por capacidad, lleva a errores;
mujeres han habido a través de la historia del mundo buenas, altruistas, entregadas a buenas obras, aunque también se les ha querido satanizar, desde a Eva con su desobediencia e instigación al “ingenuo” de Adán, hasta a las suegras que aunque sean un pan dulce en su trato, son motivo de chistes y referencias nada gratas.
Ahora, los políticos que no tienen mayores alcances para la innovación y para mantenerse como líderes y paladines, las involucraron en la política esperando sacar provecho.
     Cuando escribo de estos temas deseo que no se me crea misógino y mucho menos que piense como Vicente Fox que se refirió a las mujeres como “lavadoras de dos patas” o como Diego Fernández de Cevallos quien al referirse a ellas las catalogó como “el viejerío”.
     Pero el empoderamiento femenil ha tenido funestas consecuencias entre el crimen organizado porque al cobrar venganzas, las mujeres mueren igual que los hombres e igual que a los hombres las torturan antes de quitarles la vida.
     En la política hay mujeres que actúan como cualquier rufián; ejemplos hay muchos y en el Congreso, polula cada espécimen que ni siquiera de vecinas podríamos soportar.
Lily Téllez, bonita de cara, menudita (al menos así se ve) y simpática, pierde todo encanto cuando abre la boca para fustigar a cualquiera y por cualquier motivo.
    Y ella no es la única, allí en las cámaras de senadores y diputados, alcaldías y candidaturas, hay féminas que son de dar miedo.
     Se dice que un craso error de López Obrador fue sacar al ejército de los cuarteles porque luego será muy difícil hacerlos volver… ahora imagínense si habrá poder humano para que las mujeres vuelvan a coger los mandiles y la abnegación hogareña
Sin Bozal

.-INFORMACION PERIODISTICA LA PALABRA; es la mayor virtud y riqueza de un hombre, el que no la tienen ni cumple, esta hueco

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