Así son
Miguel Ayax
González HubbardPeriódico 4º. poder
Hombres y mujeres tenemos diferentes cariños; el sublime y pasional a la
pareja, el interminable amor a los hijos y desde luego a los buenos amigos que
puedes dejar de ver por años pero que sabes que allí están, junto a ti y tú
sientiéndote de ellos cerca y estando físicamente cuando te necesitan.
Los quieres aunque no tengas mucho tiempo de conocerlos y lo que hacen
te parece bueno o gracioso.
Los observas detenidamente, incluso les tienes más paciencia que a tus
propios hijos; al fin ya no tienes el compromiso de educarlos para su vida
futura.
Lo digo ahora como lo he dicho con anterioridad: los nietos son un
regalo de Dios.