Haciendo fila
Miguel Ayax
González HubbardPeriódico 4º. Poder
Es natural que pasados los sesenta
años, nos comiencen a ocurrir cosas raras.Nos sentimos fuertes y productivos, tenemos actividades y muchos pocas molestias o achaques.
Entre los 60 y 70… comienza a fallar la maquinaria; aparecen manchas en la piel, lunares en las manos, moretones por golpes que no sentimos.
La fatiga también se va presentando con mas frecuencia y nos resulta extraño comenzar a buscar una silla, una banca o cualquier otro lugar donde se pueda descansar cuando antes ni cuenta nos dábamos de los largos ratos que permanecíamos de pie.
Aunque no es generalizado en todas las personas los dolores en las rodillas son frecuentes y ni qué decir de la necesidad de anteojos principalmente para leer, más todavía cuando tratamos de descifrar sustancias de frascos médicos, etiquetas en las tiendas, etcétera.
Las hemorroides, mal del que pocos hablan pero muchos tenemos o tuvimos, son tan generalizadas como el lumbago y, olvídense de los remedios de la abuela pues desde que desaparecieron las boticas donde cada propietario estudiaba para preparar sus recetas y se hacía responsable de sus efectos y consecuencias, lo mejor, menos costoso y mas rápido es una bien planeada cirugía. No se crea de anuncios machacantes como el de Nikzon que mucho ofrece y poco remedia.
Mientras, seguimos navegando en esta vida, vemos cómo crecen y se realizan los hijos, sabemos del esfuerzo que significa el estudio, la consecución de un título, hacerse un lugar en la sociedad y convertirse también en padres responsables.
Aunque estas líneas no tengan mucho interés para los jóvenes de hoy, los que frisan los cuarenta o cincuenta años, dentro de quince o veinte pasarán por lo mismo y espero sigan con el ímpetu y ánimo con el que hoy viven.
Consejo no pedido: sean buenas personas; que quienes los conozcan tengan recuerdos agradables de ustedes cuando ya no los traten; ahorren, tengan un guardadito para el futuro y no lleguen a la vejez pobres porque cerca de la pobreza viene la soledad y el desconsuelo. Sean generosos cuando puedan pues lo que para nosotros puede parecer poco para otros es un apoyo, un auxilio que llegue en el momento de mayor necesidad.