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Durango ¿De la media?

Miguel Ayax González Hubbard

Periódico 4º. Poder

Durango es considerado -indebidamente creo porque en todas partes hay riqueza lo mismo que pobreza- uno de los Estados pobres del norte del país; Tiene riqueza forestal y minera pero, al parecer, saca poca ganancia para los duranguenses; es paso obligado rumbo al mar pacífico y por ello se construyó una carretera que es ejemplo mundial por su ingeniería que tiene muchos túneles y puentes impresionantes hechos en lo alto de la Sierra Madre Occidental; es gobernado actualmente por José Rosas Aispuro Torres, panista con raíces del PRI donde fue su dirigente estatal y alcalde de la capital Durango; es hombre sencillo, discreto, poco protagonista incluso entre los gobernadores de la Alianza Federalista, opuesta a muchas de las medidas y estrategias del gobierno federal; Durango tiene su universidad estatal, con carencias y problemas por falta de recursos -como todas- pero no ha sido señalada como otras de manejos turbios como los inherentes a la llamada Estafa Maestra; es de las pocas entidades que no son señaladas tampoco por los altos índices de violencia que fue erradicada hace ya diez o doce años atrás.

       Avanza y se desarrolla despacio pero avanza y se desarrolla; en la política el poder está concentrado en los grupos capitalinos y ello despierta inconformidades en los de otras regiones, sobre todo de La Laguna donde se sienten desplazados y olvidados.
           El ejecutivo estatal es miembro de la Alianza Federalista, de la “Goan” (Gobernadores de Acción Nacional), organización civil de mandatarios de ese partido pero participa también en actividades de la Conago (Conferencia Nacional de Gobernadores) como en las reuniones mañaneras de seguridad o las coordinadas por la Secretaría de Gobernación; es decir que ni quema naves ni rompe puentes que afecten a los ciudadanos.
Rosas Aispuro presume comandar un territorio libre de secuestros, con números casi inexistentes de homicidios dolosos y sin guerras entre grupos criminales.
Dice que hay paz y tranquilidad, que el periodismo se ejerce sin acoso ni peligros y aunque reconoce que falta por hacer, le ha cumplido a la ciudadanía.
Llega “el güerito” a la recta final de su mandato pero con la oportunidad de que en los meses restantes cumpla el ofrecimiento hecho hace unos días en Gómez Palacio de seguir trabajando con el mismo empeño hasta el último día de su administración.