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La inflación y el “Gurmet”
Miguel Ayax González Hubbard
Periódico 4º. Poder
Un 6.08 por ciento se disparó la inflación en el pasado mes de abril, de acuerdo con lo captado y publicado por el Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografía).
Aunque el presidente López Obrador dice casi todos los días en “la mañanera” que no aumenta la carestía “en términos reales”, no podemos dejar de ver los consumidores que, igual que en la odiada época neoliberal, los precios de todo van como siempre volando hacia arriba.
Hace menos de una década la gente se resistía a desembolsar el billetote de cien pesos para que no se gastara y hoy, los miles se van como agua entre las manos.
     En La Laguna, por siempre, hemos sufrido familias explotadoras que se han enriquecido con empresas gaseras, agencias de automóviles y tiendas de alimentos y ropa (“en abonos paisano... te doy barato”) y gasolinerías donde como ya no pueden seguir dando litros de 800 mililitros, ahora con la “oferta y demanda” venden los combustibles a como quieren.
       Gas y gasolina aquí, en esta Comarca Lagunera son vendidos por una mafia, un grupo de personas que no aguantan una revisión en contra de las prácticas monopólicas que el gobierno debiera hacer si no estuviera tan ocupado en cuestiones políticas y combatiendo a los “conservadores”.
       Cimaco, la tienda de Torreón que para muchos es un orgullo por su crecimiento de pasar de ser una tienda de ropa con un cobrador de motocicleta bien conocido en toda la región, creció a un consorcio, tiendas departamentales, restaurantes, panadería y otras cosas, todo con el esfuerzo (y el dinero) de miles de familias que poco a poco, mensualmente, cubrían los cobros exagerados.
      “El Gurmet” es un restaurante de 4 Caminos, del mismo centro comercial propiedad de una de esas familias que exprimiendo la economía de los laguneros se ha enriquecido y de los que como dice AMLO “ni siquiera pierden su respetabilidad”.
      Pues bien y a propósito de inflación, un grupo de comensales que acostumbraba ir al Gurmet, comía y disfrutaba un filete que se vendía a doscientos pesos y grande fue su sorpresa cuando de un día a otro el precio, quizás sólo por la decisión de alguno de los Murra, el plato comenzó a costar DOSCIENTOS CINCUENTA PESOS, más bebida y la consiguiente propina.
      Estos -todos los que aquí tratamos- son los encarecedores, son los que hacen de La Laguna una zona de las más caras del país y presumir que tenemos muchos ricos y empresas de renombre nacional debiera llevarnos a la indignación porque esos, de una forma u otra se han vuelto millonarios con lo que nosotros hemos contribuido con nuestro dinero.
     ¡Careros y descarados!
Sin Bozal

.-INFORMACION PERIODISTICA LA PALABRA; es la mayor virtud y riqueza de un hombre, el que no la tienen ni cumple, esta hueco

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