Sin título

 
Capirotada
Miguel Ayax González Hubbard
Periódico 4º. Poder
 
Estamos en Cuaresma, días supuestamente santos y de recogimiento, de privación y sacrificio mínimo por Aquél que redimió al mundo.
Él, -que aceptó de acuerdo a la fe católica- hacerse hombre y morir crucificado para nuestra salvación pero así como somos, con nuestro libre albedrío hacemos lo que nos da la gana, menos guardarnos y hacer el menor sacrificio y a pesar de la pandemia... ¡somos irredentos!
Platillos que casi sólo en esta época se comen son los caldos de habas o lentejas, los nopales con chile colorado y tortas de camarón con pipián, pescado y muchas otras delicias que se acompañan al final con exquisitos postres como las torrejas y claro, la capirotada
       Ésta se forma de muy diferentes maneras pero la base es el pan, ya sea previamente dorado o sin dorar; piloncillo o con azúcar como se hace actualmente. Cacahuate, grajea, canela y un inimaginable número de especias y productos que pueden incluirse de acuerdo a la imaginación de quien la hace.
      Bueno, estos comentarios que no pueden ser sobre las artes culinarias y mucho menos -líbreme el Señor- de religión y todavía menos de razonamientos teológicos, sirve para ver por encimita cómo andan los candidatos en estos tiempos preelectorales.
      La solidez del PRI se resquebrajó con la migración de muchos de sus militantes a otros partidos; el PAN sabedor de su poca fuerza compite con candidatos “externos”; que tienen posibilidad de triunfo y dejando fuera a militantes de siempre, con participación e ideología pero sin carisma y recursos.
   Morena es el recolector de cascajo electoral (oportunistas y convenencieros) que perdieron la confianza en sus partidos al ver la nula posibilidad de alcanzar algún puesto que les reditúe en posición, tanto social como política y desde luego económica.
     Los nuevos partidos también se nutren de lo que se conoce como “cartuchos quemados” ya muy vistos y que nada tienen salvo haber andado en las danzas políticas sin ningún beneficio para la ciudadanía.
    El “chapulineo” es cosa de todos los días; cambios de partido e ideología como si calcetines (o naguas) fueran.
     Entonces, en la política hay también capirotada pero ésta no es dulce, por el contrario amarga la poca responsabilidad de los “militantes” que ayer aplaudieron a unos y hoy a otros porque así les conviene.
   Y les conviene no a su grupo ni al viejo o nuevo partido; les conviene en lo personal, para seguir sacando ventajas, privilegios y continuar con la holganza aunque digan que es un sacrificio por el pueblo.
Sin Bozal

.-INFORMACION PERIODISTICA LA PALABRA; es la mayor virtud y riqueza de un hombre, el que no la tienen ni cumple, esta hueco

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