Sobrevive taxista a COVID-19 y egresa
del HGZ No 7 del IMSS en Monclova
Tras una semana de
hospitalización, fue despedido entre aplausos en el “Piso de la Esperanza”
Marcos
tiene 26 años de edad, es casado, padre de tres niños y es originario del
municipio de Castaños. Él estuvo hospitalizado por una semana y al ser
egresado, fue despedido entre aplausos por el personal multidisciplinario que
lo atendió en el nosocomio de Monclova.
El especialista en urgencias y también encargado del Equipo de Respuesta COVID-19 del Piso 3, Miguel Ángel Sánchez Leija, expuso que este egreso representa un respiro y los motiva a seguir adelante.
El especialista en urgencias y también encargado del Equipo de Respuesta COVID-19 del Piso 3, Miguel Ángel Sánchez Leija, expuso que este egreso representa un respiro y los motiva a seguir adelante.
Antes
de marcharse, “el joven de la cama 323”, como algunos llamaban a Marcos, reveló
que quizás se había contagiado porque, al igual que otras personas, no creía en
el virus.
A más de nueve meses de iniciar la emergencia sanitaria, el uso constante del cubrebocas lo había cansado y algunas veces, cuando no estaba en el trabajo, se lo quitaba para respirar mejor, sin medir las consecuencias.
A más de nueve meses de iniciar la emergencia sanitaria, el uso constante del cubrebocas lo había cansado y algunas veces, cuando no estaba en el trabajo, se lo quitaba para respirar mejor, sin medir las consecuencias.
Apenas
llegó la temporada decembrina, la afluencia de personas aumentó y también el
trabajo. Todo iba bien, hasta que aparecieron síntomas que lo pusieron en
alerta.
Primero
aparecieron intensos dolores de cabeza, fiebre y vómito; más tarde llegó con la
insuficiencia respiratoria, este último padecimiento lo hizo buscar ayuda.
Confesó
que hasta la manifestación de los primeros síntomas creyó en el virus y sintió
miedo al ingresar a Urgencias del HGZ No. 7, donde apenas arribó y de inmediato
fue enviado al Piso 3, lugar donde están los pacientes más críticos.
A
través de un video que grabó antes de marcharse para despedirse y agradecer al
personal médico y de enfermería, confesó que pensó que no sobreviviría.
A
punto de romper en llanto, reconoció la labor de los integrantes de los Equipos
de Respuesta COVID-19, que siempre le daban palabras de aliento. “Conocí
personas maravillosas que, sin duda, Dios las escogió para estar aquí”, afirmó.
En
el exterior del nosocomio, a su salida se encontró con más aplausos y buenos
deseos; se trasladó a su hogar, donde seguirá con su recuperación.
UNA LUZ AL FINAL DEL TÚNEL
El
responsable del equipo Covid, Miguel Ángel Sánchez Leija reconoció la labor del
equipo multidisciplinario y reiteró que cada uno de ellos pone gran esfuerzo y
dedicación en la atención de los pacientes.
Reconoció
que la llegada de la vacuna representa una luz al final del túnel y brinda
esperanza, perllamó a la gente a no bajar la guardia, evitar reuniones, poner
en práctica la sana distancia, lavarse las manos, usar cubre bocas y gel
antibacterial.
“ME SALVARON LA VIDA”
Marcos,
consideró que aunado a la motivación de volver a abrazar a su familia, el buen
trato de los médicos y enfermeras que lo atendieron aceleró su recuperación.
Llamó
a la gente a cuidar a sus seres queridos y evitar exponerse a contagiarse en
reuniones.
“Ingresé
muy mal, pensé que me iba morir, pero gracias a Dios, a los médicos y al Seguro
Social, estoy aquí”, finalizó el paciente.