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¡Me gustaría ser político!

Miguel Ayax González Hubbard

Periódico 4º. Poder· 

 

No, claro, para aprovecharme de los demás; tampoco para beneficiar a mis amigos y familiares; menos para tener halagos de lambiscones y serviles “periodistas” que por unos cuantos pesos dejan de lado la decencia y el decoro y ven como a dios a quien les avienta el mendrugo en efectivo; no me gustaría ser político para estar olvidado en un escritorio partidista ni en una oficina que nadie visite, sucia y sin presupuesto; no pretendo que siendo político me vuelva insensible, prepotente, inalcansable para quienes me conocieron niño, joven y normal.

Quisiera ser político pero político con presupuesto como por ejemplo presidente municipal, diputado federal o senador de la república; gobernador no porque creo que los gobernadores tienen mucho trabajo, muchas responsabilidades y compromisos y no paran en ningún momento de hacer giras, recibir gente, quedar bien con unos pero mal con otros y sentirse tan desconsolados e incomprendidos que tienen que desahogarse abusando de su poder y posición.

¿Ejemplos?. ¡Sobran!
Allí los Duarte, los Moreira, los Borge, los Marín, los... largo e inútil seguir mencionando a todos esos pillos.

Quisiera ser político, alcalde o diputado federal para darme el lujo -en esta época de pandemia y desempleo- de renunciar a parte de mi sueldo y darlo en cuestiones de seguridad o como Omar Castañeda, candidato de Morena a legislador quien de pediche pasó a generoso y desprendido mecenas.
Lo que debería hacerse es bajarles el sueldo y controlarles mejor el presupuesto que toman como si de ellos fuera.