Sin título

 

¿Culpable o inocente?
Miguel Ayax González Hubbard
Periódico 4º. Poder

Se supone, en este país que todos somos inocentes hasta que la autoridad -o el cónyuge- nos agarre en flagrancia o confirme sus sospechas y pueda llevarnos al justo castigo.

El caso de Félix Salgado Macedonio es típico de la “justicia rápida y expedita” que promulgan las autoridades pero no cumplen y sí la aplica la llamada opinión pública, pues si las autoridades judiciales se hacen las remolonas para condenarlo, la “vox populi” dictó sentencia hace mucho.

         Otro caso es el del gobernador de Tamaulipas Francisco García Cabeza de Vaca a quien la Fiscalía General de la República le finca delitos y pide al Congreso su desafuero para juzgarlo.

En este caso la opinión pública no se muestra tan severa y contundente como lo del ahora frustrado candidato a gobernador de Guerrero y no lo hace porque -aunque parezca mentira- la que acusa es una parte del gobierno.
          Seis cajas enormes de pruebas presentó la fiscalía en la Cámara de Diputados, además de asegurar que aparte de suficientes son sólidas y confía en que bastarán para el desafuero.
       Por otra parte, los gobernadores “confederados”, en rebeldía al gobierno federal, se apresuran -creo- en defender al ejecutivo estatal alegando represalias contra su grupo.
         Ninguno de los gobernadores pensó en sus antecesores que están en prisión.
       Ninguno recordó a Javier y César Duarte, a Rodrigo Medina y a cuando menos a otros cuatro que públicamente dijeron estar limpios, ser decentes y honrados y que -poniendo sus caras de ceremonia- no huirían; aquí estarían para hacer frente a las acusaciones y que tenían la frente en alto y la conciencia tranquila... y que a la mera hora corrieron para esconderse más rápido que Ana Gabriela Guevara.
       La precipitación de los gobernadores no es por inexperiencia, es por solidaridad a uno de los suyos y creo que este apoyo público les puede resultar muy costoso si se comprueba a Cabeza de Vaca los delitos que se le imputan.
     Entonces se harán los sorprendidos y harán una y mil maromas para deslindarse del delincuente multimillonario de cuello blanco.
Sin Bozal

.-INFORMACION PERIODISTICA LA PALABRA; es la mayor virtud y riqueza de un hombre, el que no la tienen ni cumple, esta hueco

Artículo Anterior Artículo Siguiente