Periodistas al
vapor
Miguel Ayax
González HubbardPeriódico 4º. Poder
Ahora que he estado tratando
cuestiones relacionadas con el periodismo y con quienes lo desempeñan, he
comentado la facilidad o dificultad que tienen algunos para expresarse.
Y ello es lo de menos.
Y ello es lo de menos.
Entre los
reporteros que conozco, como los estudiantes de cualquier carrera, hay algunos
tesoneros, estudiantes aplicados “macheteros” pues; otros tienen facilidad para
cumplir su cometido, saben cuestionar a sus entrevistados, lo hacen con
cortesía y sutileza u otros son bruscos y a veces burdos e intransigentes.
Tradicionalmente un
periodista se formaba en los medios escritos, se actuaba con precaución y
cuidado porque se seguía la consigna de que “lo escrito queda mientras que a
las palabras se las lleva el viento.
Algunos reporteros
de antaño renegaban con los de radio y se burlaban de ellos; renegaban porque
decían que para los segundos era muy fácil hacer muchas preguntas y ponerle al
entrevistado el micrófono y no tenían que redactar, ni dar un adelanto de
información (rol de notas, se decía) para que los que editaban el diario fueran
considerando espacios y lugares. Se burlaban porque los sabían o creían menos
preparados y muchas veces improvisados.
Luego vinieron los
de televisión y ante la enorme demanda de información y por ende de reporteros,
se agarró lo que se pudo (perdonando la coloquial expresión) y proliferaron
periodistas y “periodistas” los primeros capaces e instruidos y los segundos
que dejan mucho que desear y que cometen error tras error lo mismo en sus
reportes que en las entrevistas que hacen.
Como puede verse, el periodismo -según la concepción de muchos- ha ido en declive lo mismo por la capacidad de sus protagonistas como por la manera de informar porque si antes era un riesgo publicar "un volado". ahora las "fake news" son de todos los días y a muchos ya no sorprenden.
Como puede verse, el periodismo -según la concepción de muchos- ha ido en declive lo mismo por la capacidad de sus protagonistas como por la manera de informar porque si antes era un riesgo publicar "un volado". ahora las "fake news" son de todos los días y a muchos ya no sorprenden.
Con las redes
sociales todo mundo es reportero; reportan que no pasó el camión de la basura,
el mal comportamiento de algunas personas irascibles, el robo en flagrancia en
camiones urbanos de grandes ciudades, etcétera, etcétera.
Y así como hay
reporteros en el ciberespacio responsables que informan bien, con oportunidad y
que hacen buenas entrevistas, también hay algunos vivillos sin preparación,
estudios ni educación que se metan a "periodistas"; son los
repetidores pagados de gobiernos o empresas a los que interesa "formar
opinión" y lo hacen elaborando tal o cual "noticia" que
"sus periodistas" se apuran en replicar.
Son como autoparlantes
sin corazón con el único sentimiento de una ganancia inmerecida, caja de
resonancia sin criterio ni reflexión.
Ésos no tienen para
su "trabajo" más que un teléfono, un extremo servilismo, la
"audacia" de mendigar migajas económicas y rendir culto a la
personalidad del que paga.
¿Habremos tocado fondo en esta otrora honorable profesión del periodismo?