Otra de Noroña
Miguel Ayax González HubbardPeriódico 4º. Poder
Para
los que no sepan, el diputado del Partido del Trabajo pero fiel seguidor de las
políticas del “compañero presidente de la república” como lo llama, dijo en una
sesión de la cámara de diputados: “ Me dicen que hay una diputada que fue
senadora que fue vinculada a este tema (trata de blancas) y que ahora es
compañera nuestra y es más bocona que la chin...”, dijo en aquel entonces.
Ignoro
si la legisladora del PAN acusa a su compañero de cámara por involucrarla con
quienes manejan la prostitución a nivel internacional o simplemente por decir
que es bocona y mal hablada.
Y
creo que debe ser por lo primero porque por lo segundo tendría que señalar a
media humanidad o quizás más porque mujeres hay en mayor número que hombres.
El
lenguaje “florido” es cada vez más usado; cualquier chamaca de trece o catorce
años llama a sus amigas con un sonoro “güey” como antes sólo lo hacían los
muchachos.
Tratándose
de “políticas” mal habladas ya quisiera uno que se expresaran como cualquier
verdulera (dicho sea con perdón de las expendedoras de frutas y legumbres) o
del vulgar carretonero que al parecer heredaron esa fama de los carretoneros de
antes porque ahora son atentos y comedidos.
Mujeres
mal habladas no son gratas, menos cuando ocupan cargos públicos donde deben ser
ejemplo de ecuanimidad y no como la actual alcaldesa gomezpalatina que echa más
madres que las que hay en un convento aunque haya menores de edad.
Si
el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación fuera imparcial,
tendría que amordazar a millones como pretende el INE a hacerlo con López
Obrador.
Por
lo que respecta a Noroña le contestó al tribunal que “Hagan lo que hagan y
digan lo que digan, nunca he cometido violencia de género.
Las
autoridades electorales están actuando de manera facciosa e hipócrita buscando
minar mi camino y manchar mi trayectoria. Pero será el pueblo quien decida mi
destino”.