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 ¿Omar  o Rocío?

Miguel Ayax González Hubbard

Periódico 4º. Poder

Yo voté por López Obrador y fui uno de los más de 32 millones que estábamos hartos de la
corrupción, el robo de los recursos públicos, la impunidad y los abusos que fastidiaron durante años a los mexicanos.

Han pasado dos desde entonces.

Morena ha tenido -según mi muy particular punto de vista- aciertos y errores. El presidente sigue teniendo mi reconocimiento por su apertura, transparencia, esfuerzos y logros.

Sin embargo y pese a que no ignoro que solo no puede gobernar, ni siquiera con su más cercano círculo de tradicionales colaboradores y que para él es vital conservar el poder en la Cámara de Diputados, la próxima elección me veré forzado a negar mi voto al movimiento que escogió a sus gobernadores ineptos; que quiere para Guerrero a un individuo sospechoso y con denuncias de violación y, peor para mí y creo que para los laguneros, al síndico municipal de Gómez Palacio Omar Castañeda como candidato a diputado federal.

Y no realmente sólo por él, sino por otras razones; una de ellas es ser parte de una administración que nada positivo ha hecho por el municipio; porque tanto él como la alcaldesa Marina Vitela llenaron la nómina con parientes y amigos; porque todos los días vemos que mal administran los recursos públicos si no es que como muchos creen, los están robando.

También porque gobiernan con parcialidad, desconocen compromisos, regatean derechos a los trabajadores, han llevado un actuar opaco, alejado del pueblo al que no atienden y sí menosprecian y, por si estos motivos fueran insuficientes, la candidata de la coalición opositora será Rocío Rebollo Mendoza, ex alcaldesa, eficiente, honrada.

Creo todavía en López Obrador... no en los pillos que escoge su partido.

Tampoco creo en los “chapulines” que proliferan como verdadera plaga depredadora, el incontable número de aspirantes a holgar... sin trabajar previamente y los acomodaticios legisladores que quieren mantenerse en la curul luego de la derogación absurda de la “No Reelección” que durante años acompañó al “Sufragio Efectivo”.

Yo como muchos negaremos nuestro voto a Morena, sus candidatos creídos y faltos de probidad y capacidad.