Es Estados Unidos el país más poderoso en distintos renglones: militar, comercial, industrial, en la carrera espacial civil y militar y hasta hace unos días ejemplo de democracia.
Con
Donald Trump y sus acciones desde el poder que representa ser el presidente, un
presidente nada demócrata sino racista, burdo, grosero, rijoso, egoísta y como
se ve, tonto y terco.
Ahora,
a unos cuantos días de que constitucionalmente deje el poder a fuerza, hay la
amenaza según el FBI, del peligro de que
sus partidarios se armen y ataquen en cuando menos cincuenta ciudades los
capitolios para frustrar la toma de posesión de Joe Biden.
El
FBI ha informado también que sospecha de unos planes para atacar a Kamala
Harris la vicepresidente quien además de ser mujer, tiene el odio de los
racistas por sus orígenes afro-asiáticos.
Por
otro lado, en televisión se ha informado que en algunas tiendas de armas hay
fila de compradores adquiriendo fusiles de alto poder como los R-15, con el
pretexto de que quizás la nueva administración tenga la intención de controlar
o prohibir el comercio de armas que en nuestro país son de uso exclusivo del
ejército.
Ahora
y como se sabe, los estadounidenses están más divididos que nunca en la época
moderna pues desde la guerra de secesión que fue confrontación armada con miles
de fallecidos en batallas fraternas, no se había visto tal encono.
Si
hay luchas que nadie desea salvo Trump y sus seguidores, podría ser el
principio de la caída del imperio del capitalismo... a menos que todo haya sido
un show, una demostración de fuerza del renegado antes de dejar la Casa Blanca.