Pascual Alvarado Maldonado, periodista, publicó un recuerdo de hace cuatro años en donde la entonces alcaldesa Leticia Herrera Ale entregó a personas necesitadas su sueldo.
Cosas buenas que se
olvidan pronto pero que, como en este caso, llaman la atención simple y sencillamente
porque comparando esa acción con las que hacen las autoridades municipales de
ahora… son muy diferentes.
Lety Herrera
entregaba mes tras mes su salario a los necesitados, a las iglesias, a los
campesinos que viven en los lugares más alejados del área urbana y, desde
luego, también los más pobres.
Ahora ni pensar en que la presidente municipal de Morena regale nada; al contrario, ha recibido críticas permanentes por tener la nómina nutrida de parientes entre los que están hasta la nuera, pasando por hermanos, sobrinos y quién sabe cuántos más.
La administración
de Morena ningún beneficio ha aportado para Gómez Palacio; desconoce adeudos,
se niega a pagar lo que por ley corresponde a los trabajadores sindicalizados y
esquilma a la ciudadanía no sólo con el alcoholímetro, sino con infracciones
inventadas, con “mano dura” de esa que no quiere López Obrador y que a la
alcaldesa Marina Vitela le han valido varias denuncias en la Procuraduría
Anticorrupción que parece, nada hace actuando en la opacidad y sin rendir
cuentas a nadie.
Leticia Herrera no
tenía ni tuvo necesidad de cobrar; la de ahora parece hambrienta de allegarse
recursos de una forma u otra.