Sobrevive al COVID-19 paciente intubada
en el
“Piso de la Esperanza” del HGZ No. 7
del IMSS
*Después de nueve días de intubación,
María del Rosario venció al coronavirus. *Es la segunda mujer en recuperarse de
la ventilación mecánica en este nosocomio
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Monclova, Coahuila.- Una ama de casa de 66 años de edad, que estuvo intubada por nueve días en el “Piso de la Esperanza” del Hospital General de Zona (HGZ) No. 7 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Coahuila, venció al COVID-19 y se convirtió en la segunda mujer en este nosocomio en conseguirlo.
María
del Rosario, originaria de Cuatro Ciénegas, es considerada por los médicos como
la paciente femenina en estado más grave y que contra todo pronóstico, logró
recuperarse.
La especialista en terapia intensiva, Elizabeth Meza Cortez, responsable en turno del piso 3, donde se atiende a personas infectadas por el virus SARS-CoV-2, expresó que este egreso les causó una gran satisfacción.
La especialista en terapia intensiva, Elizabeth Meza Cortez, responsable en turno del piso 3, donde se atiende a personas infectadas por el virus SARS-CoV-2, expresó que este egreso les causó una gran satisfacción.
La
paciente estuvo 22 días en el hospital, primero en Urgencias y posteriormente
la enviaron a piso, donde tuvieron que intubarla debido a la grave
insuficiencia respiratoria que presentaba.
El HGZ No. 7 tiene como referencia seis egresos sobrevivientes a la ventilación mecánica, entre éstos dos mujeres, casualmente ambas de nombre María del Rosario, reveló Meza Cortez.
El HGZ No. 7 tiene como referencia seis egresos sobrevivientes a la ventilación mecánica, entre éstos dos mujeres, casualmente ambas de nombre María del Rosario, reveló Meza Cortez.
“Es
una paciente con mucha personalidad, optimista y muy valiente”, afirmó la
especialista, quien agregó que la seguridad también juega un papel importante
para salir avante.
Aunque
el sobrepeso y la edad jugaban en su contra, María del Rosario tenía a su favor
que no era diabética ni hipertensa, factores que le ayudaron a ganar la
batalla.
“Muchas
gracias, que Dios los bendiga”, manifestó la paciente entre aplausos del
personal multidisciplinario que presenció su salida. Los más emocionados le
pidieron una foto de recuerdo.
David, su hijo, la recibió de rodillas en el exterior del hospital, estaba incrédulo y visiblemente emocionado; al tratar de contener el llanto agradeció al IMSS, a sus médicos y a DiosReveló que los primeros síntomas aparecieron días después de mojarse en una lluvia: tos y después dificultad para respirar, la sorprendieron. A ciencia cierta desconoce dónde pudo contagiarse.
Tras consultar en clínicas particulares, finalmente acudió al servicio de Urgencias del hospital COVID, donde le confirmaron la sospecha de que estaba infectada.
David, su hijo, la recibió de rodillas en el exterior del hospital, estaba incrédulo y visiblemente emocionado; al tratar de contener el llanto agradeció al IMSS, a sus médicos y a DiosReveló que los primeros síntomas aparecieron días después de mojarse en una lluvia: tos y después dificultad para respirar, la sorprendieron. A ciencia cierta desconoce dónde pudo contagiarse.
Tras consultar en clínicas particulares, finalmente acudió al servicio de Urgencias del hospital COVID, donde le confirmaron la sospecha de que estaba infectada.
Días
después, el virus la atacó con mayor fuerza y fue necesaria la intubación y su
envío al tercer piso, donde se encuentran los pacientes en condición crítica.
“Mi mamá nunca tuvo miedo, ella es muy fuerte”, comentó su hijo, quien reconoció que en algún momento estuvieron preocupados por ella, pero nunca perdieron la fe.
Destacó que el caso de María del Rosario representa una esperanza para los demás pacientes y será una referencia para las mujeres que luchan contra la enfermedad.
“Mi mamá nunca tuvo miedo, ella es muy fuerte”, comentó su hijo, quien reconoció que en algún momento estuvieron preocupados por ella, pero nunca perdieron la fe.
REFERENCIA PARA OTRAS
MUJERES
Asimismo,
la médica internista, Gabriela Castro Hernández, expresó que es necesario que
la gente continúe con los cuidados y medidas de higiene, pues el coronavirus es
real y cobra vidas.Destacó que el caso de María del Rosario representa una esperanza para los demás pacientes y será una referencia para las mujeres que luchan contra la enfermedad.
UNA VIDA SANA ES CLAVE
David
atribuyó la recuperación de su madre a la vida sana que se siempre ha llevado;
la vida en el campo es más tranquila y con menos estrés. Resaltó que la
curación se la debe al esfuerzo de los médicos, a la buena actitud de ella y
las oraciones de sus seres queridos.