Hay muchas cosas que vemos en este
mundo tan revuelto, tan cambiante y tan confuso.La polarización es una de ellas,
polarización por las medidas sanitarias que se aplican para combatir la
pandemia y que van con que las medidas sean o no drásticas y coercitivas; si se
aplican o no a los infractores multas económicas fuertes y limitantes en la
circulación de personas o nada se les hace.
Entre los debates
ideológicos, de creencias, partidistas y de simpatías por un funcionario
(López-Gatell por ejemplo), vemos otros litigios y decisiones que rayan en lo
absurdo.
El que el Instituto
Nacional Electoral (INE) haya decidido que en las próximas contiendas
electorales del año entrante los partidos tengan que postular para las
gubernaturas en igual número a hombres y mujeres, más que un equilibrio de
género es una redonda estupidez.
Los cargos de
elección popular deben lograrse por capacidad, trayectoria, trabajo,
conocimiento... no porque sus candidatos lleven enaguas o calzoncillos.
Con ese criterio
los consejeros (que muy mal aconsejan) al rato van a querer igualar el número
de funcionarios entre blancos y prietos, entre gays y lesbianas o entre católicos
y protestantes
Si a esas vamos, sería justo que el Congreso se integre por igual número de chavos, adultos y chavo-rucos... porque todos tenemos nuestro corazoncito.
¿O no?
Si a esas vamos, sería justo que el Congreso se integre por igual número de chavos, adultos y chavo-rucos... porque todos tenemos nuestro corazoncito.
¿O no?